La producción de frutas y hortalizas sigue en constante aumento tanto a nivel internacional como comunitario debido al incremento de consumo de este tipo de productos, lo que está llevando al sector a impulsar aún más la innovación en todos los eslabones de la cadena de suministro, ¿quieres conocer algunas de las líneas por las que está apostando el sector?.
2021 fue declarado por la Asamblea General de la ONU como el Año Internacional de las Frutas y las Verduras, para promover el aumento del consumo de estos grupos de alimentos, reducir el impacto medioambiental y fomentar estilos de vida más saludables. Esta iniciativa está alineada con la estrategia del Pacto Verde Europeo, el cual pone el foco en el crecimiento sostenible e integrador que mejore la salud y la calidad de vida de las personas entre otros aspectos.
Así, la innovación se convierte en un aliado clave para el sector de las frutas y verduras, para crecer de forma sostenible y seguir aportando soluciones alimentarias saludables.
Las 3 líneas que están impulsando la innovación en frutas y hortalizas
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Salud y Seguridad Alimentaria
La crisis sanitaria ha hecho que los consumidores estén más preocupados por su salud y bienestar, buscando así alimentos saludables con altos estándares de seguridad.
La preocupación por la salud es uno de los motivos por los que cada vez más consumidores se suman al veganismo o vegetarianismo; y con ello aumenta la oferta de productos en esta línea. Heura, start-up española, va un paso más allá y mejora su hamburguesa vegetariana con el desarrollo de un análogo de la grasa hecho a base de aceite de oliva, con lo que consigue ofrecer al consumidor un producto con un 64% menos de grasa. Al sustituir el aceite de coco por aceite vegetal consigue un producto jugoso más saludable.
En este punto, Coopaman ha desarrollado una microcápsula de aceite de ajo con potenciales efectos saludables. Junto con el Hospital Universitario Ramón y Cajal ha realizado un estudio con pacientes para comprobar el efecto preventivo y/o beneficioso del consumo regular del extracto de aceite de ajo morado sobre la función endotelial.
Recientemente ha finalizado un análisis realizado junto con AINIA e investigadores del Hospital Ramón y Cajal de Madrid en el que se han identificado las potenciales aplicaciones, tanto a nivel agroalimentario y nutraceútico como en el agronómico, de subproductos generados en el proceso de obtención de aceite esencial de ajo a la hora de prevenir enfermedades.
Un ejemplo de seguridad alimentaria y sostenibilidad es el nuevo envase plástico para alimentos con capacidad antioxidante y filtro ultravioleta que es capaz de mejorar la vida útil de los alimentos sin necesidad de conservantes artificiales. Este desarrollo lo ha conseguido un grupo de investigadores aditivando el material de envasado con extracto de remolacha, el cual aporta actividad antioxidante y barrera a la luz.
En este sentido, la estrategia “De la granja a la mesa” apuesta por que las personas tengan acceso a alimentos nutritivos y que estos sean seguros.
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Sostenibilidad en la cadena de valor
La sostenibilidad también continúa siendo una fuente destacada para el impulso de la innovación, pese a que la Covid-19 ha reducido los lanzamientos de alternativas más respetuosas con el medio ambiente en favor de la importancia de seguridad alimentaria.
Optimizar la gestión de los subproductos y residuos del sector de las frutas y hortalizas es se posiciona como una gran oportunidad. Valorizar los subproductos hortofrutícolas para la obtención de nuevos productos o ingredientes alimentarios puede transformar un coste o “problema” para las empresas en un ingreso adicional al tiempo que se reduce el impacto medioambiental.
El sector está evolucionando cada vez más hacia una economía circular diversificada y sostenible en la que la valorización puede ser ara la obtención de compuestos de valor añadido, materiales de envase alternativos a los derivados del petróleo o la generación de energía alternativa.
Numerosas empresas del sector están apostando por esta línea como, por ejemplo, ACESUR, que está desarrollando nuevos procesos de biorrefinería para la transformación sostenible del alpeorujo en compuestos de mayor valor añadido: microfibras y nanofibras de celulosa, compuestos bioactivos para la elaboración de cosméticos, fertilizantes o biomasa vegetal. Todo ello en el marco del proyecto ALPEOCEL en el que colaboramos desde AINIA.
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Digitalización y robótica de procesos
Las empresas del sector hortofrutícola también se encuentran adaptando sus negocios a estos nuevos tiempos. La tecnología cuenta con múltiples vertientes y el sector ha percibido cómo los avances pueden aportar numerosos beneficios. Así, la proliferación de técnicas basadas en la inteligencia artificial, drones o la automatización no ha hecho más que empezar.
AVA-ASAJA y ANECOOP junto con AINIA han desarrollado un sistema demostrativo de agricultura de precisión, que posibilita la identificación, captura, análisis e interpretación inteligente de los parámetros de influencia en el sector agrícola (meteorológicos, agronómicos, de mercado……), posibilitando así la mejora de la planificación y el rendimiento de las explotaciones agrarias.
Agricultura de precisión, tecnologías clave para conseguir una agricultura más sostenible – AINIA. Nuestra apuesta por facilitar herramientas que redunden en una agricultura más eficiente nos lleva a la ejecución del proyecto CERES, «Diagnóstico de cultivos mediante visión hiperespectral en tiempo real», en el que desarrollamos un dispositivo compacto y de bajo coste dotado de sensores fotónicos de última generación, embarcable en vehículos terrestres o aéreos, que es capaz de evaluar cultivos, diagnosticarlos y tomar decisiones mediante Inteligencia Artificial en tiempo real. El uso de este dispositivo contribuirá a una mayor eficiencia del campo generando una mejora de la rentabilidad agraria, ahorro de insumos y mejora de la sostenibilidad del sector.
Uno de los principales usos del sistema puede llegar a ser la dosificación optimizada de tratamientos fitosanitarios para cada planta o árbol en base a la detección del grado de afectación de la plaga o enfermedad objetivo, la disposición volumétrica del cultivo y el grado de afectación de las planta o árboles contiguos. Con la colaboración de Fundación Cajamar, ANECOOP y AVA-ASAJA
Tecnologías para garantizar la calidad y seguridad alimentaria de los productos. Algunas tecnologías se utilizan para conocer el grado de madurez de los productos con el objetivo de ofrecer a los consumidores los más adecuados y contribuir a la reducción del desperdicio alimentario.
Con el objetivo de apoyar el comercio de cercanía y reducir el desperdicio alimentario, estamos investigando y desarrollando tecnologías innovadoras a pequeña escala en dispositivos móviles o unidades flexibles de procesado para diferentes aplicaciones para pequeñas y medianas empresas y agricultores del sector hortofrutícola en Europa.
