¿Son los niños cada vez más poderosos en las decisiones de compra?

Los niños se han convertido en los principales protagonistas en el consumo del hogar, siendo cada vez más influyentes en las decisiones de compra del núcleo familiar. Los padres tienen en cuenta lo que quieren sus hijos y lo que será mejor para ellos, permitiendo que los niños participan en este proceso plenamente, llegando a influir en un 40-60% de las decisiones de compra.

Los niños del siglo XXI están más informados y son más críticos a la hora de elegir, viven y se educan con la tecnología de la mano. Como indica Juan José Delgado, profesor de Marketing de ICEMD/ESIC, “los siete roles que entran en juego en un proceso de compra (iniciador, prescriptor, facilitador, decisor, aprobador, cliente y usuario), los niños reúnen en su persona, por lo menos, cinco. Son iniciadores de compra, primero, porque tienen necesidades básicas (educación, ropa, comida, etc…), pero también porque las marcas pueden desatar un deseo de una situación mejor a la actual. También son una figura clave en la prescripción, no sólo cuando se trata de sus propios productos, sino incluso de los de sus padres, porque están al tanto de más novedades. Y, además, en la mayoría de los casos, los hijos son los facilitadores del nuevo canal de compra: el online”.

Si bien, aunque los padres hagan cada vez más participes a sus hijos en la toma de decisiones, la preocupación por los buenos hábitos alimentarios de los menores sigue siendo prioritario para ellos. Cada día cobra más fuerza que los niños que participan en casa en la preparación de la comida, comen una mayor cantidad de verduras y frutas en comparación con los que no colaboran y, además, desarrollan una actitud más positiva hacia alimentos y una mejor predisposición a probarlos. Estas tendencias se deben al éxito de programas culinarios dirigidos a los pequeños de la casa y ha reintroducido la cultura culinaria de nuevo en los hogares.

Retos para la industria en el sector de la alimentación infantil

Esta nueva cultura culinaria que demandan ha incrementado las exigencias de los padres por los alimentos que consumen sus hijos, les importa el producto, su origen, la elaboración y que sea saludable. Productos nutricionalmente completos, de calidad y con seguridad alimentaria, pero que además sean aceptados por las exigencias de consumo de los “reyes de la casa”, planteando un reto constante para industria alimentaria.

Junto a las nuevas demandas de los padres, se añade la implantación de políticas institucionales para la lucha del sobrepeso infantil, en España, el Plan de Colaboración para la Mejora de la Composición de los Alimentos y Bebidas y otras medidas 2017-2020, tiene como objetivo reducir en torno un 10% de los azúcares, grasas y sal de aproximadamente 4.000 alimentos, lo que conlleva a reformular distintitos grupos distintos del mercado. Lo cual hace que el mercado de la alimentación infantil este constantemente sumergido en procesos desarrollo e innovación para adaptarse a la realidad del mercado y ofrecer alimentos completos y seguros.

Herramientas de investigación sensorial para comprender al consumidor infantil

Estos nuevos retos a los que se enfrentan las empresas necesitan de herramientas de investigación sensorial que permitan comprender cuales son las percepciones que estos pequeños consumidores tienen sobre los productos y como su poder de decisión influyen directamente sobre la intención de compra de los padres. El desarrollo de alimentos y bebidas para el consumidor infantil requiere de información obtenida de la experiencia propia de probar y tocar los productos, y así comprender la aceptabilidad, la percepción y las expectativas, que en muchas ocasiones difieren de la de los adultos.

En AINIA CONSUMER realizamos estudios de test de producto dirigidos a un público infantil o adolescente, para conocer la aceptación o preferencia de sus productos.