Agricultura de precisión, tecnologías clave para conseguir una agricultura más sostenible

El sector agrícola se enfrenta a grandes retos para conseguir una agricultura cada vez más sostenible, retos que obligarán a la evolución y transformación digital de esta actividad en los próximos años. En este marco, el avance en el desarrollo de tecnologías para apoyar la implantación de técnicas de agricultura de precisión en el campo es clave. En AINIA seguimos avanzando en la adaptación de soluciones tecnológicas innovadoras dirigidas a la gestión eficiente de las prácticas agrícolas para reducir los gastos y mejorar la producción.

La Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) señala como principal reto de la agricultura hasta 2050 la capacidad de alimentar a una población mundial creciente que cada vez dedica menos tierras al cultivo por habitante, que dispone de menos agua salubre debido a la contaminación de los acuíferos y al cambio climático y con una reducción progresiva de la mano de obra. También se exige a la agricultura que sea cada vez más sostenible tanto social como medioambientalmente.

En nuestro país, el sector agrícola no es ajeno a esta problemática y en los próximos años debe conseguir aumentar su capacidad productiva con menos tierras cultivadas y menor aporte de agua. Debe controlar la calidad de sus productos con una reducción tanto de los nutrientes, que se han utilizado en exceso en el pasado, como de los pesticidas, con el fin de preservar la sostenibilidad medioambiental. Y también debe aumentar la rentabilidad de su actividad para conseguir una mayor sostenibilidad social y para resolver el acuciante problema del relevo generacional. Para acometer estos retos con garantías es necesario el desarrollo e implantación de técnicas de agricultura de precisión en los procedimientos propios del campo en España.

Tecnologías avanzadas para desarrollar una agricultura de precisión

Seguimos trabajamos y aportando toda nuestra experiencia en agricultura de precisión, en colaboración con asociaciones, fundaciones y empresas líderes en la agricultura para desarrollar, validar y difundir las tecnologías más avanzadas que permitan la transformación digital del sector agrícola.

Llevamos 20 años trabajando en tecnologías fotónicas aplicadas al control de calidad y seguridad indoor y ahora hemos trasladado estas tecnologías al campo para ayudar a los agricultores a tomar decisiones precisas y anticipadas a los cambios en el entorno.

En el marco del proyecto iDrone, desarrollamos un modelo demostrativo de agricultura de precisión que posibilita la identificación, captura, análisis e interpretación inteligente de los parámetros de influencia en la producción agrícola, facilitando así su comprensión desde una visión integradora y dirigida a la optimización del rendimiento de las explotaciones agrarias.

Dispositivo capaz de evaluar cultivos, diagnosticarlos y facilitar la toma de decisiones

Nuestra apuesta por facilitar herramientas que redunden en una agricultura más eficiente nos lleva a la ejecución del proyecto CERES, “Diagnóstico de cultivos mediante visión hiperespectral en tiempo real”, en el que desarrollamos un dispositivo compacto y de bajo coste dotado de sensores fotónicos de última generación, embarcable en vehículos terrestres o aéreos, que es capaz de evaluar cultivos, diagnosticarlos y tomar decisiones mediante Inteligencia Artificial en tiempo real. El uso de este dispositivo contribuirá a una mayor eficiencia del campo generando una mejora de la rentabilidad agraria, ahorro de insumos y mejora de la sostenibilidad del sector.

Uno de los principales usos del sistema puede llegar a ser la dosificación optimizada de tratamientos fitosanitarios para cada planta o árbol en base a la detección del grado de afectación de la plaga o enfermedad objetivo, la disposición volumétrica del cultivo y el grado de afectación de las planta o árboles contiguos.

Agricultura de precisión para la optimización de producciones

Nos enfrentamos en los últimos años un gran problema agronómico que podría ser abordado con este dispositivo, es el caso del Cotonet de Sudáfrica (Delottococcus aberiae), una plaga procedente de Sudáfrica provocada por un pequeño insecto. Uno de los sectores más afectados es el de los cítricos, a los que ataca en la fase de floración provocando posteriormente deformaciones en los frutos que los hacen no comercializables, aunque también daña a otros cultivos como el caqui, el olivo y el peral. En cítricos, la falta de control de la plaga puede tener una incidencia directa sobre la fruta de como mínimo del 30% al 50%, pero con el aumento progresivo de los niveles de plaga y sin ningún tipo de control podría alcanzar el 100% en ataques severos en un par de años. Cabe destacar que el producto de una parcela afectada con porcentaje superiores al 30% o 40% pasa a ser producto de 2ª categoría y lleva asociada una pérdida del potencial productivo ya que debilita también el arbolado.

Actualmente la Unión Europea, en su preocupación por reducir la cantidad de contaminantes que afectan al medio ambiente, está regulando los fitosanitarios y plaguicidas que pueden ser utilizados en los cultivos europeos. Esto ha provocado que el principal tratamiento para el cotonet quede fuera del mercado, y se tengan que utilizar otros productos menos eficientes, lo que encarece el tratamiento.

El spirotetramat resulta una alternativa cara, ya que los productores deben realizar dos tratamientos cada campaña de unos 2 Kg. disueltos en 3.500 litros de agua por cada hectárea de cultivo. Con este tipo de tratamiento todos los árboles reciben una cantidad similar de tratamiento, con independencia de sus necesidades reales. El alto coste del tratamiento provoca que algunos agricultores traten de ahorrar costes suprimiendo la segunda aplicación del tratamiento. A nivel global esto provoca una disminución del control de la plaga y la proliferación de ésta año tras año.

¿Qué ocurre al aplicar tecnologías para la agricultura de precisión?

Según la Conselleria de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transición Ecológica de la Generalitat Valenciana solamente en la provincia de Castellón hay 35.000 hectáreas de cultivo de cítricos. Estimamos que, si implantando el sistema que estamos desarrollando pudiéramos conseguir un ahorro del 5% en el uso de fitosanitarios y agua, gracias a la dosificación apropiada basada en el análisis individualizado de los árboles y la toma de decisiones mediante Inteligencia Artificial, esta reducción supondría una horro de hasta 700.000€ en productos fitosanitarios y se dejarían de gastar unos 10.500.000 litros de agua, con el consiguiente ahorro económico por cada campaña de cultivo. Además de estos beneficios, se reducirían las filtraciones de productos químicos a los suelos y acuíferos al haberse reducido los excesos en los tratamientos, consiguiendo un menor impacto medioambiental.

El uso masivo de este tipo de dispositivos tendrá un impacto altamente positivo, desde la perspectiva económica y sostenible, en las explotaciones agrícolas, así como en el tejido formado por empresas de maquinaria, servicios y centros de investigación, favoreciendo la robustez y liderazgo de un sector que puede mejorar la competitividad en los mercados nacionales e internacionales, contribuir a la mejora del producto interior bruto y asegurar una contribución responsable a la sociedad.