La nanotecnología puede ser un gran aliado para los envases de alimentación. Ya existen en el mercado materiales mejorados con nanocompuestos para el envasado que mejoran sus propiedades. La FDA ha dado un paso hacia delante editando una guía para apoyar el desarrollo responsable de productos de nanotecnología, ¿quieres saber más?
Se están dando pasos en este sentido, la FDA ha publicado una guía para apoyar el desarrollo responsable de productos de nanotecnología. Una guía que proporciona una mayor claridad para la industria sobre el uso de la nanotecnología en los productos regulados por la FDA.
La nanotecnología tiene un amplio potencial de aplicaciones, como la mejora de los envases de alimentación y de cosmética. Una de las mejoras que podemos conseguir con la aplicación de la nanotecnología en envases de alimentación es aumentar las propiedades de los mismos disminuyendo el contenido de material empleado para su producción. Es decir, producir envases activos con menores contenidos de polímero (disminución del peso del envase y, por tanto, del coste final), y que mantengan sus propiedades (barrera a los gases y a la luz, propiedades mecánicas, capacidad antimicrobiana…) e incluso las mejoran.
Esto lo podemos conseguir mediante la incorporación de determinadas partículas a tamaño nanométrico (también llamadas nanopartículas) a los polímeros durante el proceso de fabricación de los envases. La principal ventaja de utilizar estas nanopartículas es que, añadiendo cantidades muy pequeñas de las mismas a los polímeros, se consiguen mejorar determinadas propiedades de los envases.
En el mercado, los primeros polímeros nanocompuestos que emergieron como materiales mejorados para el envasado de alimentos son los polímeros que incorporan nanopartículas de arcilla. El uso de arcillas se debe a su bajo coste, efectividad, alta estabilidad y su escasa toxicidad.
CAIBA y Germaine de Capuccini, ejemplos del uso de nanotecnología en envases
En el sector de la alimentación, CAIBA ha desarrollado botellas de plástico que incluyen en su composición nanoarcillas que mejoran sus propiedades de envasado y de conservación. El proyecto en el que colaboramos dando soporte tecnológico, nos permitió avanzar y desarrollar nuestro know-how en aplicaciones nanotecnológicas en envases con especificaciones técnicas definidas.
En el sector cosmético, Germaine de Capuccini ha desarrollado el primer envase de tubo de plástico biodegradable para cosméticos en el que se ha analizado la relación de 20 combinaciones de materiales biodegradables, desde derivados de PLA (material biodegradable procedente de la fermentación de la glucosa o del almidón) hasta nanoarcillas.
Con este proyecto, en el que hemos colaborado, desde AINIA, se han mejorado las propiedades de los materiales biodegradables utilizando nanocargas. Esto ha permitido que el material tenga mayor barrera al vapor del agua, mejorando la vida útil de los productos cosméticos envasados.
La nanotecnología puede aportar mucho al sector de la alimentación y la cosmética y desde AINIA podemos ayudarle en el desarrollo de nuevos materiales de envasado basados en el uso de nanotecnología. Tenemos varias líneas de investigación abiertas en este campo y estamos trabajando en incorporar los últimos avances de la nanotecnología. Todo ello nos está permitiendo adquirir un conocimiento acerca del desarrollo de materiales que permitan incorporar diversas propiedades en un mismo material reduciendo costes y mejorando la eficiencia de los envases.