¿Talento? ¡Sería suficiente con sentido común!

Esto de la crisis ya me recuerda al cuento del sapo, o la rana como se prefiera, que se metió en la olla de agua calentita y cuando se dio cuenta estaba escaldada en su expresión literal y metafórica de la palabra.

 ¡Que salte la rana!

En estas últimas semanas he asistido a una serie de acontecimientos a través de la prensa que me han dejado perplejo.

Por un lado se ha publicado el RDL 5/2013 de 15 de marzo, para favorecer la continuidad de la vida laboral de los trabajadores de mayor edad, promoviendo así el envejecimiento activo.

¡Fantástico! Pensé, por fin se va a dar una oportunidad al talento que durante tanto tiempo se ha acumulado y se establecerán vías y formulas para esta transmisión. ¡Al fin una buena noticia!

El mundo se me cayo encima cuando siguiendo leyendo me dí cuenta de que de lo que se trata es de un endurecimiento en las condiciones de acceso a la jubilación, anticipada y no anticipada. ¡Es cosa de la crisis, necesitan dinero! Pensé.

Pero que pena, una oportunidad única para ser selectivo e identificar el talento para garantizar su aporte y distribución en nuestras empresas, en nuestra sociedad.

El otro día me desayuno con la noticia que en la comunidad de Madrid, se comunica, creo recordar que a más de 500 médicos, su jubilación forzosa. Que vaya con las formas; “Una carta donde se le indica a los médicos su jubilación antes del 15 de mayo” Supongo que muchos de ellos se enterarían por la prensa después de toda una vida dedica. Pero en cualquier caso, ¡tabla rasa, pérdida de talento!

El colegio de Madrid habla de “trato innecesariamente vejatorio” digamos como ese refrán tan nuestro ¡Que país! Y seguimos adelante con el consiguiente ¡Es cosa de la crisis, necesitan dinero!

Esto de la crisis ya me recuerda al cuento del sapo, o la rana como se prefiera, que se metió en la olla de agua calentita y cuando se dio cuenta estaba escaldada en su expresión literal y metafórica de la palabra.

Ante esta situación, me surgen algunas preguntas ¿Dónde esta la planificación? ¿Qué perjuicios a corto traerá para los pacientes?  ¿y para la sociedad?, ¿Qué talento estaremos perdiendo? ¿No es el talento un elemento esencial para salir de la crisis?

Es verdad que como país no es que necesitan; es que necesitamos ahorrar y generar negocio, pero ¿hay que sacarlo de la educación, de la innovación, de la sanidad? y sobretodo, ¿de esta manera?

No sería más inteligente compaginar ambas cosas, la generación de negocio, el ahorro, precisamente con unas buenas políticas, planificadas, de generación y distribución de ese talento con el que se nos llena la boca y luego tanpoco cuidamos.

No es el talento, de nuestros políticos, de nuestros profesionales, de nuestra sociedad, de nuestra innovación; ese talento que esta en todas partes, y al que solo tenemos que identificar y retar para darle la posibilidad de que se desarrolle y comparta.

Si el talento quiere ser generoso y entregarse a los otros, a las organizaciones, ¿por qué nos empeñamos en castrarlo? ¡Démosle el reto! ¡Por favor apliquemos el menos común de los sentidos! Y claro la buena voluntad sin intereses espurios, que de esto último ya tenemos bastante.

¡Que salte ya la rana!