El consumidor actual es cada vez más exigente respecto a la sostenibilidad de los productos que consume. Las cifras de una encuesta realizada sobre 26.500 ciudadanos europeos lo demuestran. El 80% de ellos consideró el impacto ambiental de los productos como el tercer criterio a nivel de importancia en sus decisiones de compra, tras la calidad y el precio (Gallup Organisation, 2009). La Huella de Carbono fue señalada como uno de los indicadores ambientales más reconocidos.
Las empresas están haciendo esfuerzos para demostrar objetivamente que sus productos tienen un reducido impacto ambiental. Ya existe un creciente número de empresas en toda Europa, en especial las que tienen vocación exportadora, que diferencian sus productos en el mercado con una Huella de Carbono menor que la de sus competidores.
Según la base de datos MINTEL, el número de nuevos productos lanzados bajo el reclamo en referencia a la huella de carbono a nivel mundial, se ha casi cuadriplicado en los últimos 2 años; en 2009 fueron un total de 27 productos lanzados al mercado bajo dicho reclamo, incrementándose a un total de 94 productos en el 2011.
¿Qué es la Huella de Carbono?
La Huella de Carbono es un indicador de sostenibilidad medioambiental que mide el impacto en forma de emisiones de gases efecto invernadero que genera un producto servicio o actividad a lo largo de su ciclo de vida.