¿Qué vale la sombra que nos proporciona un árbol? ¿Y el de una cascada de agua limpia cayendo sobre un río? ¿Y un campo lleno de flores? La sostenibilidad medioambiental es un tema que nos ocupa a todos. Ciudadanos, gobiernos, asociaciones y empresas se apresuran para poner en marcha medidas que paralicen el cambio climático provocado por la emisión de Gases de Efecto Invernadero y en especial del CO2. ¿Podemos medir lo que valen los recursos naturales? El Ministerio de Medio Ambiente lo está haciendo para poder dar contenido a la ley de responsabilidad medioambiental, pero sobre todo, lo que sí podemos medir con exactitud es cuánto dióxido de carbono emitimos en cada una de nuestras pequeñas acciones diarias que deterioran estos recursos, precisamente para reducirlo. Es lo que llamamos el cálculo de la Huella de Carbono.
Se trata de un indicador de sostenibilidad medioambiental que calcula la totalidad de emisiones de dióxido de carbono que son liberadas a la atmósfera debido nuestras actividades cotidianas o a la comercialización de un producto. La medición de la huella de carbono nos ayuda no sólo a identificar las fuentes de emisiones de gases de efecto invernadero de un producto, sino, a definir planes de reducción y prácticas de ahorro más eficientes y sostenibles así como de compensación de la huella de carbono.
Las medidas a implantar para reducir la huella de carbono suelen llevar asociado una mayor eficiencia en el consumo de recursos energéticos, menor producción de aguas residuales, residuos…y al final una reducción e costes económicos.
Los científicos aluden que la mayor parte del calentamiento global ha sido causado por las actividades humanas y el gasto energético que viene asociado a éstas, las propias que realizamos habitualmente: desplazamientos, consumos en el hogar, etc.
¿Qué es la Huella de Carbono en alimentos?
El análisis de HC en alimentos contempla todas las actividades de su ciclo de vida desde la adquisición de las materias primas hasta su gestión como residuo para analizar, identificar y cuantificar en todas las etapas del proceso las emisiones de gas invernadero: Preparación de la tierra, fertilización, tratamientos, elaboración, transporte, gestión de subproductos, energía empleada, etc…
La importancia de calcular la HC
En la actualidad muchas empresas y entre ellas las alimentarias (sobre todo aquellas que tienen una actividad exportadora), ya están concienciadas de la importancia de informar sobre la huella de carbono en relación con sus productos.
La huella de carbono es una ecoetiqueta que expresa en toneladas de CO2 la cantidad de emisiones de gases asociadas al ciclo de vida de un producto. Disponer de esta información ayudaría a los consumidores a decidir qué alimentos comprar en base a criterios basados en la sostenibilidad y las buenas prácticas de la empresa conociendo el impacto medioambiental derivado de los procesos para la elaboración de un producto.
Al margen de las exigencias de la Administración, clientes o de los propios consumidores, las medidas para reducir la huella de carbono están relacionadas con una mejora de la eficiencia en el consumo de recursos materiales y energía, o con la utilización de energía procedente de fuentes renovables. En ainia, hoy debatimos sobre todos sus aspectos. ¿Quieres saber más?