Hay una preocupación creciente en las marcas de alimentación por vigilar la seguridad alimentaria de sus envases y productos. Los envases pueden actuar como fuente de contaminación de los alimentos, ya sea por la incidencia de microorganismos o por las sustancias existentes en los materiales que estarían en contacto con los alimentos. Por ello, es necesario evaluar la aplicación de nuevas tecnologías de higienización de envases con capacidad para reducir la carga microbiana de los mismos, sin producir daños en el material que pudieran derivar en la producción de sustancias tóxicas o residuos indeseables en el envase.
La mejora de las técnicas analíticas de control microbiológico y de migraciones, unido al aumento del conocimiento por parte de las empresas y consumidores sobre los riesgos asociados al consumo de alimentos contaminados por microorganismos y efectos sobre la salud de sustancias existentes en materiales en contacto con alimentos, marcan un reto a dos bandas; por un lado, el de los fabricantes de envases, que deben aportar soluciones nuevas y avanzar en el estudio de materiales alternativos y/o técnicas de higienización de sus materiales verificando que sus materiales son aptos, y, por otro lado, el de los usuarios de envases, en este caso los propios fabricantes de alimentos, que tienen que vigilar cada día más la seguridad alimentaria y la esterilización de los envases.
Hay productos muy sensibles a las crisis alimentarias. Productos infantiles, bebidas, cárnicos o lácteos son algunos. Las marcas que marcan tendencia en estos sectores ya no se la juegan.
Por ello, están dedicándole tiempo, presupuesto y líneas de investigación propia a identificar nuevas tecnologías que sean cada día más rigurosas en el control, a la vez que menos agresivas en el producto, en lo relativo a las migraciones de sustancias tóxicas del envase al alimento, pero efectivas desde el punto de vista microbiológico.
La luz pulsada es una de ellas. Ha demostrado ser una tecnología útil para la descontaminación de superficies y esterilización de envases.
Una de las principales ventajas que presenta esta tecnología es que permite reducir e incluso eliminar el empleo de desinfectantes químicos, como el peróxido de hidrógeno que suele utilizarse en el procesamiento aséptico de envases y que puede dejar residuos en el envase, con riesgo de migrar al alimento.
La luz pulsada elimina los microorganismos mediante pulsos de luz de amplio espectro, alta intensidad y corta duración, eficaces para la inactivación microbiana. Estos pulsos se pueden regular, tanto la frecuencia en los puntos de luz, como la intensidad de los mismos, en función del nivel de contaminación identificado.
El “UV pulsado”, como habitualmente se denomina, presenta diversas ventajas respecto a otras tecnologías, entre ellas, su elevada eficacia, que no deja residuos y que el tiempo de aplicación es muy pequeño. Además: • Aumenta el rendimiento y eficacia del proceso productivo • Mejora la calidad higiénico-sanitaria y comercial del producto desde el punto de vista microbiológico. • Asegura y /o minimiza el riesgo de contaminación en los productos mediante la óptima desinfección de sus envases
Sin embargo, cabe destacar la falta de efectividad de esta tecnología en aquellas zonas donde la radiación no tiene fácil acceso por irregularidades y/o zonas de sombra de la superficie a tratar, así como el hecho de que la radicación UV no penetra dentro de los cuerpos, de forma que sólo se ven afectados los microorganismos situados en la superficie.El “UV pulsado” es una tecnología aprobada por la FDA (Código 21CFR179.41, emitido por la Food and Drug Administration, FDA de EE.UU., 2005). En EE.UU. puede emplearse en la producción, elaboración y manipulación de alimentos, así como en el control de los microorganismos en las superficies en contacto con los mismos.
Sin embargo, la EFSA todavía no ha autorizado su uso y exige, como ocurre con otras tecnologías, pruebas que verifiquen que no produce alteraciones significativas del valor nutricional o la composición química de los alimentos. Estamos, pues, ante una tecnología emergente en la que algunos ya se están preparando y otros esperando hasta que la legislación europea se pronuncie. Como tantos otros temas relacionados con la seguridad alimentaria de los materiales y envases en contacto con alimentos, supone una oportunidad para aquellas empresas y emprendedores que decidan apostar por la I+D+i en seguridad alimentaria.Sonia Marco (6 artículos)
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