Las alertas por residuos de óxido de etileno, aunque a un menor ritmo, persisten y alcanzan ya el número de 95 en los cuatro primeros meses de 2022. Los productos afectados, aunque pertenecientes a unas pocas familias, son muy variados. Hacemos aquí un repaso de las notificaciones al RASFF relacionadas con este peligro.
En el año 2020 emergió el riesgo alimentario por residuos de óxido de etileno. En un principio, los hallazgos se circunscribían a unos pocos productos, semillas de sésamo y productos a base de sésamo o en los que el sésamo entraba entre sus ingredientes, como como mezclas de semillas, barritas de cereales, tofu, galletas, pan con semillas, bollería, aceite de sésamo, tahini o hummus. La procedencia del sésamo era mayoritariamente India. Durante este año el número de notificaciones al RASFF relacionadas con este peligro alimentario alcanzó la cifra de 380. Los niveles encontrados eran en algunas ocasiones más de 1.000 veces superiores al límite máximo de residuos (LMR) de 0,05 mg/kg de óxido de etileno establecido. En total, el número de notificaciones al RASFF por esta causa fue de 380 en ese año.
Durante 2021 las notificaciones continuaron hasta un número algo superior al del año anterior, con un total de 400. Aunque en un principio los controles estaban centrados en los productos y origen que hemos expuesto, pronto se puso de manifiesto que la problemática podía ser más extensa, empezado a aparecer muestras positivas en otros muchos productos e ingredientes como jengibre, polvo de cebolla, café, cilantro, goma de guar y harina de garrofín o algarroba, trigo duro, pimienta, apio, cúrcuma, amaranto, plántago o polvo de espirulina. En cuanto a procedencias de todos estos productos no se limita a India y alcanza a otros países extracomunitarios, tales como República Dominicana, Uganda, Turquía, Etiopia, UK…
Se ponía así de manifiesto que no se trataba de un problema aislado de un determinado producto y origen. La falta de armonización entre países en materia de seguridad alimentaria tiene como resultado que esta sustancia, cuya utilización como plaguicida está prohibida en el espacio europeo, pueda no estarlo fuera de sus fronteras, con lo que el control en frontera y el autocontrol de nuestras empresas son los que generan la garantía de que los productos que presentan esta contaminación no lleguen a nuestro mercado. Recordemos que si bien entre países europeos existe armonización en materia de legislación de calidad y seguridad alimentaria, no ocurre así respecto a los países extracomunitarios.
Acudiendo a la base de datos del RASFF, podemos observar que en lo que llevamos de 2022, apenas tres meses, ya se han registrado 70 notificaciones. Es decir, aunque el ritmo de notificaciones es algo menor, la problemática sigue estando presente.
Productos afectados: extractos de plantas, especias, condimentos, noddles, helados y cápsulas para complementos alimenticios
En relación a los productos afectados nos encontramos por un lado con extractos de plantas, especias y condimentos, en particular: extracto de senna, mezclas de especias, canela, centella asiática, cloruro de colina, proteína de arroz, curry, concentrado de habas de soja verde, extracto de guaraná, chiles, mejorana, hierba de trigo en polvo, fenogreco, semillas de hinojo, comino, copos de hongos, mezcla de vegetales para sopa instantánea, suplementos alimenticios, hierba de cebada en polvo, ashwagandha, cúrcuma orgánica, extracto de bambú, bacopa y gluten de trigo . Por otro, productos elaborados como noodles y helados, en este último caso la contaminación viene en concreto de un ingrediente, en concreto goma de guar. También ha aparecido en cápsulas para complementos alimenticios y aditivos como la carboximetil celulosa.
En cuanto a países de procedencia, se añade a la lista Bangladesh, Corea del Sur, China y Ucrania, Alemania, Holanda, Mónaco, Francia, República Checa y Vietnam.
Como ya comentamos en artículos anteriores, esta contaminación constituye un riesgo para la salud humana, ya que el óxido de etileno está clasificado como un mutágeno de categoría 1B, un carcinógeno de categoría 1B y un tóxico para la reproducción de categoría 1B. Asimismo, el uso de óxido de etileno como sustancia activa en productos fitosanitarios en la Unión no está aprobado (luego está prohibido), pero sí se utiliza en países extracomunitarios.
Recopilando información de diferentes fuentes, hemos podido observar que los grupos de productos que se están viendo afectados son:
- Frutos y hortalizas
- Frutos secos
- Semillas oleaginosas
- Legumbres
- Cereales
- Frutos y hortalizas deshidratadas
- Especias
- Té y hierbas para infusiones
- Conservas vegetales
- Alimentos elaborados a base de cereales, legumbres, frutos secos y semillas oleaginosas
Laboratorios de AINIA, acreditados para la realización de análisis de óxido de etileno
Los laboratorios de AINIA cuentan con la acreditación para la realización de análisis de óxido de etileno y con el alcance de todos los grupos de productos mencionados en este apartado. De esta manera, nuestras empresas tienen la posibilidad de realizar este tipo de ensayos con el aval de la acreditación, especialmente importante en casos como este, en los que los resultados deben ser frecuentemente contrastados con los de control oficial, y por lo tanto tener el mismo nivel de garantía que estos.
Por otro lado, contribuimos a mejorar el aseguramiento de la inocuidad de los alimentos, protegiendo la salud del consumidor, una finalidad que está siempre presente en nuestro propósito como centro tecnológico.