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En el último semestre de 2016 hubo más de sesenta notificaciones RASFF (Red de Alerta Europea en Seguridad Alimentaria) en materiales en contacto con alimentos. En el mismo periodo se identificaron también 55 notificaciones en la que el agente causal era un elemento químico y, más concretamente, eran migraciones.
Todos estos datos ponen de manifiesto por qué los fabricantes de alimentos y los fabricantes de envases y materiales de envases en contacto con alimentos son especialmente sensibles al control de migraciones. También lo es cada día más la distribución. Sin embargo, en muchos casos hay confusión respecto a cómo realizar este tipo de controles, qué tipos de análisis se tienen que hacer o cómo saber la información que debe incluir una declaración de conformidad.
A todo ello vamos a contestar a través de estos seis pasos, establecidos como seis preguntas clave para poder garantizar un control de migraciones de envases o materiales de envase en contacto con alimentos.
La Declaración de Conformidad es un documento que asegura que el material que va a estar en contacto con el alimento es apto para este uso.
En el artículo: “Materiales en contacto con alimentos, ¿qué requisitos exige la Declaración de Conformidad?” analizábamos en detalle el tema. En el mismo aportábamos una visión global del estado de situación.
El tema es complejo, ya que en la actualidad hay 17 grupos de materiales en contacto con alimentos identificados. Sin embargo, la UE solo ha desarrollado legislación específica, con información relacionada con la Declaración de Conformidad aplicable, en cuatro casos: materiales y objetos activos e inteligentes, cerámica, plástico y celulosa regenerada.
Pero entonces, ¿qué ocurre con los otros 13 grupos de materiales para los que también es obligatorio disponer de una declaración de conformidad y, sin embargo, no se ha desarrollado una legislación específica a nivel de la UE?. En estos casos, una posible opción es tomar como referencia la declaración de conformidad correspondiente a otro tipo de material (la correspondiente a los materiales plásticos es la más adaptable) y adaptarla al material concreto; e incluso se podría recurrir a la legislación específica desarrollada por otros Estados miembros, en el caso de que ésta exista. O bien, revisar si se dispone de guías o recomendaciones de expertos en materiales de envases como puede ser el caso de “Metales y aleaciones”, guía editada por EDQM (European Directorate for the Quality of Medicine & HealthCare, Consejo de Europa).
Al final, todo pasa porque tanto el fabricante del envase o material como el usuario del mismo (el fabricante del alimento a envasar) deben tener muy claro cuál es el uso que se le va a dar a ese envase o material y si para ese uso el envase o material que vamos a utilizar es seguro.
Si nos centramos en los materiales plásticos, lo fundamental de una Declaración de Conformidad son dos cosas:
1). Qué posibles sustancias están reguladas: Es importante conocer qué sustancias contiene el material o envase con un límite máximo establecido. Por ejemplo, un envase de policarbonato debe tener incluida en su Declaración de Conformidad que entre sus sustancias sujetas a límite se encuentra el Bisfenol A.
Otro ejemplo, en el PET normalmente se controla trióxido de antimonio, mono y dietilengucol y ácido tereftálico e isoftálico. Es de gran utilidad incluir el nº CAS, así como definir los límites máximos de estas sustancias en la Declaración de Conformidad correspondiente con el fin de evitar confusiones en las sustancias que deben controlarse.
2). Escenarios de aplicación del material: Es fundamental que en la Declaración de Conformidad se incluyan los escenarios de aplicación del material que se han evaluado para verificar el cumplimiento legislativo.
Así, deberemos conocer que el material en cuestión se puede utilizar para todo tipo de alimentos o si hay excepciones a la generalidad (por ejemplo, es común la excepción de algunos materiales plásticos a los alimentos ácidos); a qué temperaturas concretas, en qué procesos productivos (condiciones de esterilización, pasteurización, temperatura ambiente, uso en microondas…).
En definitiva, saber con qué tipo de alimentos va a estar en contacto el material de envase y cuáles son las condiciones de uso de este material es básico para poder comenzar a tener una idea clara de cómo encarar un control de migraciones.
Los laboratorios de control de migraciones deben apoyar al fabricante de envases y/o materiales de envase a:
– Realizar un análisis riguroso y acreditado de sus envases/materiales de envase. – Ayudarle en la redacción de su Declaración de Conformidad, acorde a los resultados del control físico-químico realizado. – Asesorarle desde el punto de vista de la legislación que aplica a sus envases/materiales.
Con las garantías de un riguroso y acreditado trabajo de control analítico, el fabricante de envases no solo va a tener un conocimiento exhaustivo de las sustancias que contienen sus envases y de los escenarios de uso de los mismos, sino también una orientación clara de para qué productos alimenticios son más idóneos sus envases, de manera que pueda orientar sus estrategias comerciales y de marketing.
Los laboratorios de control de migraciones deben apoyar al fabricante de alimentos en:
– Verificar que las declaraciones de conformidad de los envases que está usando se adaptan a las necesidades del producto alimenticio envasado.
En caso de que no lo sean, indicarle en qué condiciones debe plantear o solicitar la declaración de conformidad a su proveedor de materiales, acorde a sus escenarios de uso, características y particularidades físico-químicas de su alimento…
– Hacer un control de análisis específico si tiene IFS, BRC… u otros sellos de calidad que obligan y tipifican protocolos de actuación específicos y muy exigentes, de cara a poder responder adecuadamente ante las auditorías de control de las certificadoras.
– Hacer un control de análisis si se hacen modificaciones de material (por ejemplo, en casos de termoformados o soplados en los envases, el fabricante de alimentos está obligado a hacer un nuevo control que le permita actualizar la declaración de conformidad del material origen).
En el artículo: “¿Quiere garantizar que su envase cumple con los aspectos de seguridad alimentaria?” resumíamos los requisitos que se establecen en el Reglamento 10/2011 y que permiten verificar que un envase plástico es seguro para estar en contacto con los alimentos.
Dado que son los envases plásticos los más usados en alimentación, sintetizamos los tipos de controles acorde a esta tipología de materiales. En otros casos, requeriría un análisis específico de la legislación que aplica y del uso del material, acorde a lo establecido en los pasos 1 y 2.
El Reglamento 10/2011 establece que los controles para verificar que un material plástico es apto para el contacto con alimentos deben ser:
– Ensayos de migración global: cantidad máxima permitida de sustancias no volátiles liberada desde un material u objeto en simulantes alimentarios.
– Ensayos de migración específica: cantidad máxima permitida de una sustancia concreta e identificable capaz de pasar (transferirse) desde un material u objeto plástico a los alimentos o simulantes alimentarios
o Migración específica de carácter general (metales y aminas aromáticas primarias) acorde al anexo II del Reglamento 10/2011
o Migraciones específicas correspondientes al tipo de material (sustancias recogidas en el anexo I del Reglamento). Estas sustancias específicas deben figurar en la declaración de conformidad que deben facilitar los proveedores de materias primas.
Laboratorios especializados pueden aportar un valor añadido diferencial tanto a fabricantes de alimentos y distribución, como a fabricantes de materiales y envases. En AINIALAB somos especialistas en el análisis de la interacción entre el producto y el envase, valorando la idoneidad de cada envase en función del producto que contiene. Velamos por el control de la seguridad del envase.
Este valor diferencial radica en un asesoramiento global, ya que conociendo la información sobre el material y el uso al que se destina, podemos ayudarles a identificar qué controles son necesarios y cuáles pueden ser reducidos o incluso son accesorios, asegurando todo aquello que acorde a la legislación que aplique debe cumplirse para garantizar la inocuidad del material y la seguridad alimentaria del producto.
Si tiene necesidades en el ámbito del control de migraciones de sus envases y quiere un asesoramiento especializado que le permita, además de garantizar su seguridad y el cumplimiento de la Declaración de Conformidad, ahorrar costes mediante un análisis integral de sus controles, llámenos, somos el laboratorio de control que puede ayudarle.
Carmen Calatayud (5 artículos)
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