En las últimas semanas venimos escuchando testimonios que evidencian el compromiso de la industria alimentaria con la promoción de una alimentación equilibrada y estilos de vida saludables. Algunos ejemplos, el discurso del Presidente de FIAB en la inauguración de Alimentaria o la entrega de Premios de la Estrategia Naos celebrada el 28 de marzo.
Que sea así no es casual, responde a una preocupación creciente ante los elevados niveles de obesidad en Europa. La obesidad afecta a 150 millones de adultos y 15 millones de niños, es decir, al 20 por ciento de la población adulta y al 10 por ciento de la población infantil en Europa.
En España, según la SEEDO (Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad) el 23 por ciento de la población española de más de 18 años tiene obesidad, enfermedad que está presente en el 35 por ciento de los mayores de 65 años. Cómo atajar este problema se ha convertido en tema de primer orden en Europa.
Proteger a los más vulnerables
El Parlamento Europeo ha decidido poner en marcha iniciativas en este sentido. Una de ellas va orientada a proteger los derechos de los consumidores vulnerables. En este sentido, el pasado 28 de febrero el Comité de Mercado Interior y Protección del consumidor emitió su primer informe a esta iniciativa, en la que denuncia que la publicidad de alimentos con alto contenido en grasa, sales y azúcares está dirigida a niños y adolescentes.
También se está debatiendo en el Parlamento Europeo un proyecto de reglamento sobre alimentos infantiles y productos de alimentación especial, en la que, entre otras medidas, se pretende establecer un nuevo requerimiento sobre etiquetado de estos productos, limitando aquello que suponga una idealización del producto. A nivel nacional, la recientemente aprobada Ley de Seguridad Alimentaria y Nutrición incide también en apostar por una mayor protección para el consumidor.
Industria comprometida
La industria alimentaria lleva tiempo evidenciando su compromiso con una alimentación equilibrada que mejore la calidad de vida del consumidor, no sólo en el desarrollo de nuevos productos o mejora de los existentes para hacerlos más saludables, sino también en materia de comunicación, información y formación al ciudadano, apoyando las iniciativas públicas para revertir la tendencia en materia de obesidad.
En ainia somos conocedores de esta realidad. La investigación, desarrollo tecnológico e innovación en el campo de la alimentación y la salud se ha convertido en un pilar creciente de interés y actividad industrial en el ámbito de la alimentación. Grandes empresas de alimentación y también PYMES están apostando fuertemente por convertir esta línea de trabajo en una línea estratégica para el desarrollo de su actividad.
Iniciativas de éxito
Eurocatering, una PYME madrileña especializada en la fabricación de salsas y platos preparados para el sector de la restauración y el food service, viene realizando desde el año 2001 una significativa apuesta por la I+D+i, con especial incidencia en el desarrollo de platos saludables, que le ha permitido ofrecer a sus clientes platos preparados tradicionales (pollo al curry, cocido madrileño…) más saludables y con una elevada aceptación en cuanto al sabor por parte del consumidor.
Embutidos de Requena, marca que gestiona el C.R.E.D. (Indicación Geográfica Protegida Embutido Artesano de Requena) también ha decidido apostar firmemente por la mejora nutricional de sus derivados cárnicos. Su apuesta por la Investigación y el Desarrollo Tecnológico le ha permitido desarrollar nuevos productos reformulados, con una reducción considerable de su contenido en grasa pero respetando al máximo las características sensoriales de sabor, olor, textura… tan características de su producto tradicional.
Cárnicas Serrano, empresa valenciana especializada en productos derivados de la carne, participó activamente, en colaboración con ainia, en el proyecto europeo HELENA (Healthy Lifestyle in Europe by Nutrition in Adolescente). Este macroproyecto, que se desarrolló entre los años 2005-2010 y en el que colaboraron 10 países, 16 grupos de investigación, 5 centros tecnológicos y 4 empresas de alimentación, ha permitido desarrollar una estrategia de intervención realista en Europa para concienciar y desarrollar de forma efectiva hábitos nutricionales saludables entre los adolescentes. Sin duda, ha sido pionero en las iniciativas que llegaron después. Fruto de este trabajo, la empresa tiene hoy en el mercado una hamburguesa baja en grasa destinada a consumo juvenil.
Laboratorios Ordesa, Biopartner e Indulleida están trabajando en estos momentos en el proyecto Neobefood un proyecto pionero de investigación de nuevos ingredientes que actúen sobre la regulación del apetito y la obesidad, principalmente a partir de productos alimentarios como cereales, frutas, leguminosas y aceitunas. El objetivo es el desarrollo de nuevos alimentos funcionales que puedan actuar preventivamente contra la obesidad, influyendo en la conexión entre el tracto gastrointestinal y el cerebro y regulando las hormonas de secreción gástrica e intestinal, que tienen una influencia importante sobre el apetito. En el proyecto colabora ainia.
Estos son algunos ejemplos a destacar, aunque hay muchos más, que ponen en valor cómo la industria alimentaria es consciente de su papel social en este tema. Obviamente, hay mucho por hacer, sobre todo en el trabajo coordinado entre todos los agentes.