Alimentos ecológicos y fraude, una reflexión desde su marco legal

Hace un año hablábamos de la llegada del Reglamento (UE) 848/2018, que aborda cuestiones relevantes como la ampliación del alcance y el control de los productos ecológicos, considerando la bonificación de los controles internos por parte de los operadores. En este artículo hacemos una reflexión sobre cómo trabaja la UE en relación con estos alimentos.

Desde el punto de vista de la legislación, en estos últimos 12 meses seguimos a la espera de la aplicación del Reglamento 848/2018, que será a partir del 1 de enero de 2021. Cuando llegue este momento veremos cómo se abordará:

• La ampliación del alcance de la regulación sobre ecológicos
• La actualización del marco regulatorio: simplificación y armonización
• El logotipo de producción ecológica, la apuesta por la máxima garantía de calidad y seguridad
• Controles en los productos ecológicos, se bonifica el control interno

Estos aspectos, que son los más relevantes, son algunos de los puntos que deben mejorarse en la regulación para que no se produzcan situaciones de fraude alimentario que se han puesto de manifiesto en los últimos datos que desde EUROPOL se han difundido, en el marco de la operación OPSON VIII, dirigida contra el fraude alimentario, en particular en relación con alimentos tales como la carne, pescado, huevos, aceite y especias, etiquetados como ecológicos

Más de 2.500 controles e inspecciones (tiendas, mercados, aeropuertos, puertos marítimos y polígonos industriales) detectando más de 1.500 infracciones administrativas y 13 infracciones penales (35 personas detenidas/investigadas).

La operación OPSON VIII se ha centrado en los productos ecológicos, tal y como se había solicitado por la Red Europea de Fraude Alimentario. La creciente demanda de este tipo de productos se consideró por la Comisión (DG SANTE/DG AGRI) como un elemento muy relevante para proceder al análisis de la integridad de la cadena de valor de estos alimentos.

La Unión Europea, con estas iniciativas quiere proteger la reputación del logotipo de productos ecológicos de la UE. Debemos tener en cuenta que el elevado precio de estos alimentos en comparación con los convencionales puede ser un acicate para que los defraudadores traten de engañar al consumidor.

Estos son los datos objetivos que nos aporta la UE tras los controles que han desarrollado para garantizar la idoneidad de los productos ecológicos, esto no quiere decir que estamos ante una situación de incumplimiento general de la legislación, si bien convendría reforzar algunos aspectos:

Subsanar las insuficiencias que persisten en los sistemas de control y en la presentación de informes de los Estados miembros

Estos tres puntos están alineados con la nueva legislación y hacen que sea más sencillo que se apliquen correctamente los sistemas de control.

• Seguimiento de las insuficiencias identificadas en los sistemas de control de los Estados miembros.
• Velar por una mayor armonización de la definición de irregularidades e infracciones, y sus correspondientes medidas de ejecución.
• Facilitar orientaciones a las autoridades competentes para que mejoren su elaboración de informes y la aplicación de la propia normativa.

Mejorar la supervisión de las importaciones mediante una mejor cooperación

Todas las medidas que permitan un trabajo en equipo y den lugar a una armonización de los criterios, tienen un efecto positivo multiplicador.

• Supervisión de los organismos de control equivalentes, reforzando la cooperación con los organismos de acreditación y las autoridades competentes de otros países.
• Evaluación permanente de los informes anuales de los organismos de control equivalentes y de terceros países equivalentes.
• Proponer directrices a los Estados miembros sobre la forma de llevar a cabo controles específicos en la supervisión de los organismos de control de los importadores y de los productos ecológicos importados.

Realizar controles de trazabilidad más completos

La trazabilidad es un elemento clave para garantizar el cumplimiento de la legislación y además permite que la confianza de los consumidores en estos alimentos se mantenga intacta.

• Ejercicios prácticos de trazabilidad con terceros países para mejorar los procedimientos de supervisión de productos importados a través de auditorías o controles ad hoc en los organismos de control y en estos países.
• Análisis de los resultados de los ejercicios de trazabilidad para aplicar medidas de mejora continua.
• Mayor accesibilidad a los datos sobre certificados ecológicos y exigir a los organismos de control en terceros países que publiquen en línea una lista de los certificados.

La situación general es buena porque ha sido una ínfima parte de la producción de alimentos ecológicos la afectada por situaciones fraudulentas. El grado de cumplimiento de la legislación alimentaria aplicable es elevado, ahora bien, es muy importante seguir trabajando en la línea actual y que cuando el Reglamento 848/2018 se aplique refuerce los elementos esenciales para evitar que estos fraudes puedan reproducirse.

No obstante, hay casos en los que vemos que todavía hay que trabajar más para evitar fraudes como estos:

• En Granada, la Guardia Civil ha detenido a 3 personas como supuestos autores de delitos de estafa, falsedad documental y otro relativo al mercado y a los consumidores. Habrían vendido cerca de 500 toneladas de hortalizas (calabacín, pimiento y pepino) como ecológicas, mientras que sus proveedores no se encontraban certificados como ecológicos, ya que provenían de agricultura convencional y en conversión.
• Durante una inspección en Madrid, el Seprona detectó 2 partidas de huevos procedentes de Cuenca y Cáceres que habían sido comercializados como ecológicos, pero eran de categoría inferior y no cumplían con las especificaciones que marca la normativa vigente. Se intervinieron un total de 45.360 huevos y resultaron 6 personas detenidas/investigadas por los supuestos delitos de falsificación de documentos, estafa y relativos al mercado y los consumidores.

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