Imaginar un futuro en el que las emisiones de gases de efecto invernadero (GEIs) pasen a ser corrientes eficazmente empleadas como recursos en la generación de materiales o productos de alto valor se acerca cada vez más a la realidad. La valorización de estas corrientes gaseosas lleva años cobrando fuerza como parte de procesos biológicos sostenibles siendo, por tanto, una alternativa a las tecnologías tradicionales de eliminación de estos. Son las denominadas biorrefinerías de GEIs. Te contamos tipos de biorrefinerías, los bioproductos que pueden obtenerse a través de ellas y, un ejemplo de biorrefinería en la que estamos trabajando.
En este contexto aparecen las biorrefinerías de GEIs, estructuras integradas donde tienen lugar procesos biotecnológicos de transformación de estos gases, mediante el uso de microorganismos, en una biomasa asociada a bioproductos de alto valor añadido con interés en el mercado. Durante las últimas décadas estos tratamientos biológicos se han posicionado como tecnologías prometedoras, no sólo por su eficiencia sino también por su facilidad de integración dentro de modelos de economía circular. Los microorganismos empleados en estos sistemas son, en su mayoría, capaces de trabajar a presión y temperatura ambiente y, por ende, con menores requerimientos energéticos que los tratamientos físico-químicos de eliminación de GEIs.
Sin embargo, el reto de estas tecnologías se encuentra en profundizar el conocimiento de la microbiología de estos procesos, y en desarrollar sistemas que maximicen la transferencia de gases para garantizar altos rendimientos a gran escala.
Bioproductos de valor añadido que pueden obtenerse en estas biorrefinerías
El desarrollo de biotecnologías de bioconversión de gases C1 ha avanzado notoriamente en los últimos años, puesto que resulta sencillo crear valor añadido a partir de la bioconversión directa de corrientes de metano (CH4) o CO2 en determinados bioproductos, en industrias del sector alimentación y bebidas, plantas de gestión de residuos, o plantas de biogás o bioetanol.
Algunos de los bioproductos que más se han estudiado en lo referente a biorrefinerías de CH4 son:
- Los biopolímeros o polihidroxialcanoatos (PHAs), una de las opciones de valorización de CH4 más estudiadas, principalmente, por tratarse de una alternativa más sostenible a los análogos petroquímicos convencionales (polietileno, polipropileno).
- La ectoína, iminoácido cíclico que estabiliza eficazmente a enzimas, ácidos nucleicos y complejos ADN-proteína. Comercialmente es un bioproducto de alto valor para la industria farmacéutica, siendo la industria cosmética su principal área de aplicación.
- Los compuestos antibacterianos producidos por algunos cultivos metanotróficos (como Methylocystis minimus y Methylobacter luteus), con un alto potencial para luchar frente a la resistencia a los antibióticos.
- La Proteína unicelular microbiana, también conocida como Single Cell protein (SCP), lidera un extenso campo de investigación a nivel industrial y académico. Se trata de uno de los productos más avanzados dentro de las biorrefinerías de metano y cuenta con una excelente aceptación en el mercado de la acuicultura, maricultura y la alimentación animal. Existen productos comerciales producidos con metanótrofos, como la proteína FeedKind™ (Calysta, Estados Unidos) y Uniprotein™ (Unibio A / S, Dinamarca), aprobados por la EU (Directiva 95/33/EC) para su uso en piensos proteicos para salmón y ganado.