¿Cómo aprovechar los residuos?

Los residuos derivados de la actividad de la industria alimentaria plantean un problema medioambiental para las empresas. Aprovecharlos puede ser una solución. De hecho, la UE establece la obligatoriedad de su recogida y reutilización. Sectores como el acuícola y pesquero producen un elevado volumen de residuos, por una parte derivados del procesado y por otra del descarte. En muchas ocasiones estos residuos se emplean para la elaboración de harinas y aceites, productos de bajo coste. Pero, ¿disponemos de las tecnologías y el conocimiento necesario para aprovechar estos subproductos o residuos?

De las pieles, se pueden extraer gelatina, utilizadas en la industria alimentaria como estabilizante, espesante o texturizador en helados y mermeladas, e hidrolizados de colágeno. Del esqueleto externo de los crustáceos podemos obtener quitina, producto del que se obtiene el quitosano y pigmentos naturales.

Investigadores del CSIC han patentado un método de obtención de reestructurados derivados de los productos de la pesca y una fibra natural con propiedades saciantes, como el glucomanano. Los reestructurados pueden proceder del pulpo cocido, merluza congelada o salmón ahumado entre otros, y se elaboran mediante diversos tratamientos como la cocción o el ahumado. La fibra.

Además, este método permite un mayor control del contenido en sal y grasa en los reestructurados lo que permite plantear el desarrollo de productos aptos para dietas.

En este sentido, somos conscientes de las necesidades y problemática relativa a los subproductos y residuos generados por la industria alimentaria. Tenemos conocimiento y experiencia en las técnicas más innovadoras para el aprovechamiento de subproductos y residuos, como es la extracción de compuestos para añadirles valor.

En función de las características de los subproductos, identificamos la tecnología más apropiada para extraer compuestos que pueden resultar de interés para el desarrollo de nuevos productos o para ser comercializados como un ingrediente innovador. Extracción convencional con disolventes, destilaciones de arrastre de vapor y el uso de los Fluidos Supercríticos son algunas de las tecnologías que empleamos. Cabe destacar esta última tecnología por su eficiencia, por ser respetuosa con el medioambiente y no generar ningún tipo de residuo. En este sentido, disponemos de una completa planta piloto de Fluidos Supercríticos así como una planta semi-industrial.

La FAO tiene como objetivo reducir los descartes, es decir, los ejemplares que han acabado en las redes pero que no tienen salida comercial. En estos casos, quiere hallar salidas comerciales a esos residuos para, en última instancia, minimizar la sobrepesca. El aprovechamiento de estos residuos para obtener diversos subproductos y añadirles valor puede ser una de las soluciones.