Cuando nos planteamos una modificación en un método analítico, método de higiene o una tecnología que aplicamos en la industria alimentaria, no sólo debemos considerar las cuestiones técnico-científicas, es imprescindible que verifiquemos sí la legislación alimentaria está preparada o nos da las herramientas para gestionar de forma eficaz y eficiente el avance tecnológico. En el siguiente post os presento algunos ejemplos que ilustran algunas de las situaciones recientes que se están generando con algunas tecnologías emergentes en la industria alimentaria que bien no están legisladas o existe una indefinición en su marco normativo a aplicar, ¿cómo actuamos en estos casos?
– Ácido láctico para reducir la contaminación en canales de bovino, la propuesta se presentó el 21 de septiembre de 2012, pero se remitió la solicitud a la Comisión 2 años antes (finales de 2010 – 14 de diciembre-). El 26/07/2011 la EFSA dictaminó favorablemente en relación con la evaluación de la seguridad y la eficacia del ácido láctico a efectos de descontaminación. Podemos considerar que aquí el proceso no ha sido demasiado lento, y además se espera un resultado positivo, pero se ha desarrollado contando con la legislación de referencia en materia de higiene alimentaria (sumamente genérica) y esto ha dado lugar al proceso que está próximo a finalizar.
– Alimentos irradiados (electrones acelerados para su aplicación en productos cárnicos listos para el consumo, hace años que se trabaja en ello). Ante el “gap” existente en la legislación alimentaria, y cuestionada la Autoridad Competente es necesario remitir la cuestión al Comité Científico de la AESAN para sobre esa base se pueda tratar de adecuar la legislación alimentaria a los avances técnicos, en consecuencia habrá que estar a la opinión del Comité Científico para siga su curso.
– Nanotecnología y alimentación, estamos ante otra tecnología que requiere de la generación del adecuado marco normativo para que la industria alimentaria la pueda aplicar y además todos tengamos, por supuesto, la seguridad de que los productos en los que se aplican son seguros.
Os cito tres ejemplos, aunque la lista podría ser más numerosa, ya que en muchos ámbitos de la legislación alimentaria nos encontramos con lagunas o “gaps” que es necesario cubrir para posibilitar el avance de la ciencia y la tecnología, en pro de una mayor seguridad de los productos alimentarios.
¿Qué situación tenemos hoy y cuál tendremos en un futuro próximo?
Al redactar este artículo, he analizado la conexión entre la legislación alimentaria y la innovación e investigación, con la idea de que estas reflexiones sirvan para que todos (industria, autoridades y otros agentes) tengamos en cuenta lo trascendente de una buena conexión entre estas áreas de la actividad alimentaria. Considero que si arrancamos con una buena base jurídica, esto nos garantizará un proyecto exitoso de I+D+i sin contratiempos en forma de “gaps” o lagunas jurídicas.
Actualmente, la actividad de I+D+i del sector se relaciona con la legislación alimentaria de forma reactiva, es decir, durante o tras la investigación es cuando tratamos de verificar la adecuación a la legislación. Considero de especial importancia y relevancia que nuestro sector varíe ese enfoque, debemos pasar de la reactividad a la proactividad.
En un futuro próximo nuestra situación dependerá de nuestra proactividad y de cómo reaccione el legislador ante la búsqueda de una mejor adaptación del ordenamiento jurídico alimentario para dar entrada a los distintos avances que se pueden generar a través de la I+D+i.
Conclusión,
En este artículo queremos poner de manifiesto, que sí bien la situación ha evolucionado positivamente, todavía nos encontramos en un punto en el que la ciencia-tecnología alimentaria, siempre va un par de pasos por delante de la legislación alimentaria, cuando lo deseable sería que fuera un paso por delante. Es obvio que no pueden ir a la par, el legislador está para dar marco a los avances que se van produciendo, por ello una vez se producen los avances deben ser regulados. La mejor forma de ir a la par, es permitiendo que la legislación alimentaria vigente habilite los mecanismos necesarios para que cualquier desarrollo científico y tecnológico, una vez contrastada su seguridad, pueda ser tramitado de forma y manera que no se genere una barrera invisible a la I+D+i en la industria alimentaria.
Y vosotros, ¿qué opináis sobre las situaciones que se generan entre la ciencia-tecnología y la legislación alimentaria?, estaré encantado de conocer vuestras opiniones al respecto, os invito a ello en el Blog de Legislación
Si quieres ampliar la información sobre este tema, puedes acceder al portal de legislación de ainia, lexainia, o enviarme un correo a [email protected].
Con este artículo cerramos esta serie de comentarios sobre temas que hemos considerado d interés en materia de legislación alimentaria, esperamos os hayan resultado de interés, en las próximas fechas seguiremos publicando nuevos documentos analizando la actualidad de la legislación alimentaria…
Foto de SENAI SP publicada en Flickr
