¿Durante cuánto tiempo un producto puede conservar inalteradas sus propiedades?, ¿Y mantener la calidad que queremos ofrecer al consumidor?. Determinar la vida útil a tiempo real, previamente al lanzamiento del producto en el mercado, es la principal problemática en este ámbito.
La mayor dificultad está en los productos “no perecederos” por su larga duración. ¿Qué hacer cuando un producto necesita de varios años para deteriorarse?, ¿cómo determinamos a priori su vida útil? Para eso están los estudios de vida útil acelerados, ¿quieres saber en qué consisten?
Estos estudios consisten en acelerar las condiciones de degradación del alimento, principalmente:
• Temperatura
• exposición al oxígeno
• presencia de luz
Exponiendo al producto en condiciones que correspondan a la situación real de almacenamiento y distribución. A continuación Joaquín Carnicero, técnico de ainia del departamento de nuevos productos, nos lo explica de forma muy sencilla en el vídeo:
Ventajas de los estudios de vida útil acelerados
El uso de estudios acelerados específicos para cada alimento, ofrece multitud de ventajas a la empresa de alimentación:
• Ayuda a ganar tiempo porque permite predecir el comportamiento de los productos y conocer la evolución de las características asociadas a la calidad del mismo
• Permite anticiparse a su evolución en las condiciones habituales de almacenamiento y distribución
• Evita reclamaciones y costosas retiradas de producto del lineal, con sus consecuentes pérdidas económicas y de imagen de marca frente al consumidor y a la distribución
• Permite adelantarse a la competencia sacando más rápido los nuevos desarrollos al mercado
¿Cómo conseguir el mejor modelo predictivo?
Para conseguir predecir y obtener el “mejor modelo” predictivo para la estimación de la vida útil mediante estos estudios es importante seguir los siguientes puntos:
• La correcta identificación de los parámetros analíticos asociados a la degradación sensorial del producto.
• La selección de los métodos para la monitorización del avance de las reacciones asociadas a la degradación.
• Una adecuada selección de las condiciones del estudio, especialmente la temperatura empleada para acelerar la degradación.
• El análisis de datos resultantes del estudio y la generación del “mejor modelo”.
En ainia estamos desarrollamos proyectos que avanzan en el conocimiento de los mecanismos de degradación del producto. Adoptamos a cada producto el “mejor modelo” de predicción para su comportamiento, que armonice la precisión de los resultados, con la eficiencia y sencillez de su desarrollo.
Y tú, ¿piensas como nosotros que los estudios de vida útil acelerados son una solución muy interesante para fabricantes de alimentos no perecederos?
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