Nuestro ritmo de vida acelerado repercute en nuestra salud. Entre las prisas y las carreras a lo que menos atención ponemos es a nuestra alimentación y esto es un gran error. Una alimentación sana es el eje fundamental para llevar una vida sana.
En ainia hemos detectado que los consumidores empiezan a demandar una dieta óptima y saludable. Queremos reducir los alimentos que son malos para nuestro organismo y aumentar el consumo de aquellos alimentos que necesita nuestro organismo dependiendo de nuestra edad, pesa y actividad diaria.
Por este motivo hemos labora unas reomendaciones básicas para el periódo estival, una época en la que las exigencias del día a día aumentan como consecuencia del calor. Para afrontarlas en ainia damos estos consejos.
Hidratación: se recomienda beber de dos a tres litros de agua al día. Esto no significa que tengan que ser de agua forzosamente, pueden ingerirse en forma de alimentos, refrescos, zumos…etc. Tenemos que procurar consumir alimentos con un bajo aporte energético, en las estaciones cálidas nuestro cuerpo no necesita tantas calorías como en las estaciones frías.
Evitar comidas pesadas y rápidas: debemos evitar los azúcares rápidos (bollería, pastelería) y consumir hidratos de carbono complejos como cereales, fruta y verdura. También se recomienda productos integrales y ricos en fibra, vitaminas y minerales. Sabes que las vitaminas del grupo B y el magnesio se les considera nutrientes antifatiga, si enriquecemos nuestra dieta con productos que los contengan nos beneficiará mucho.
Orden de las comidas: respetar el orden de las comidas es muy importante, es bueno distribuir las comidas en cinco tomas.
- Desayuno, aunque en verano nos acostamos tarde y nos levantamos tarde, no debemos saltarnos el desayuno. Es la comida más consistente, por tanto, debemos optar por productos con más fibra y mayor densidad nutritiva.
- Entre horas, a media mañana o a la merienda, lo ideal es consumir frutas, o jugos de hortalizas y frutas, frutas secos, sandwich vegetales, macedonias, yogures…Los polos, sorbetes y granizados también se recomiendan. Los helados cremosos con leche nos aportan calcio y vitaminas, serían otra buena opción
- Comidas y cenas, tomar ensaladas, gazpachos o alimentos cocinados a la plancha o al horno nos ayudará a encontrarnos mejor. No olvidemos que la principal premisa a la hora de elaborar nuestro menú diario de verano es hacer comidas ligeras, sobre todo en las cenas.
Cuidado con los alimentos, en verano estamos más expuestos a las intoxicaciones que en cualquier otra época del año debido al aumento del consumo de productos frescos. Hay que tener cuidado especialmente con los huevos, las carnes, los lácteos, los pescados y mariscos, las frutas y verduras y las salsas porque son los que más bacterias patógenas pueden transmitir.
Por otro lado, la higiene personal y de nuestra cocina es un factor fundamental.
Foto de roboppy en Flickr
