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¿Qué funciones cumple el diseño de envases para alimentos?
Un correcto diseño del envase para productos alimentarios debe ayudar a:
• Garantizar la seguridad alimentaria del producto,
• Proteger el alimento frente al transporte y uso,
• Buscar la practicidad del consumidor,
• Dar respuesta a las necesidades y exigencias de la distribución,
• Facilitar el correcto proceso de envasado en las cadenas de producción
• Garantizar un ratio coste/producción adecuado que haga al producto competitivo.
Así pues, el desarrollo de nuevos diseños de envases para alimentos no es una cuestión baladí. El abanico de aspectos que interaccionan en el diseño del envase es muy amplio, desde las claves del diseño de envases relacionadas con la vida útil del producto y su seguridad alimentaria (tema éste que ya abordamos en este artículo: "¿Por qué la vida útil de un producto depende del material de envase?" y cuya lectura recomendamos) hasta elementos relacionados con la geometría, estética, formato, dimensiones, sellados, tapaderas, apilamientos…
Es en estos aspectos en los que vamos a centrar este artículo, tomando como referencia los envases tipo tarrinas y tarros de cuerpo plástico rígido y tapadera no roscada, pues ésta es una tipologías de envases por la que en los últimos tiempos están apostando muchas marcas y que está generando interesantes innovaciones. Nos referimos, por ejemplo, a tarrinas para cremas y ensaladas, tarritos de café para consumo rápido, tarrinas de quesos untables…
Estética
La estética es un elemento clave en el diseño del envase para alimentos. Nos referimos a temas como el formato, colores, tipografía, tamaño… Todos estos aspectos son una herramienta poderosa, pues en la batalla de los productos en el lineal la estética es la primera herramienta de marketing.
De cómo incluir al consumidor en las primeras fases del diseño del envase hablamos en el artículo: “El consumidor y su importancia en el diseño de envases”. En función del análisis de preferencias establecido, el diseño del envase para alimentos se orientará con unas líneas más agresivas, unas curvas más suaves, etc, condicionando no solo sus dimensiones y geometría, sino también otros temas como su logística, apilamiento, comodidad y practicidad de uso, etc.
En el diseño de envases plásticos tipo tarrinas y tarros se evoluciona hacia curvas suaves, nuevas formas y geometrías cada vez más complejas. Aunque la tecnología actual lo permite, nunca se debe olvidar que estas nuevas geometrías deben cumplir ciertos requisitos funcionales, ya que el envase forma parte de una industria automatizada y de un proceso productivo de envasado que va a plantear exigencias de logística, desapilado automático, estabilidad en el transporte en línea, etc, que el diseño debe contemplar.
Estudiar la optimización dimensional desde un punto de vista logístico es imprescindible en las etapas iniciales de diseño de envases para alimentos; existen casos en los que variando 1mm el diámetro de un envase, permite aumentar un 5% la eficiencia del transporte y con ello su consecuente reducción en coste.
Responder a preguntas como ¿cuántas unidades de envase se quiere incluir en cada embalaje?; ¿es importante separar en grupos de 6 envases o se puede distribuir en grupos de 12 envases? Pueden permitir reducir el cartón utilizado por el envasador y optimizar los costes en embalaje.
Figura 1. Ajuste dimensional para la optimización logística
Solapa de sellado
Siempre hay que intentar optimizar las dimensiones de las solapas de sellado. El desafío hoy está en conseguir la máxima seguridad del sellado, a la vez que ganar todas las posibles unidades de envase en el palet, en la búsqueda de la eficiencia en costes y la máxima capacidad de paletizado. Armonizar estos dos aspectos es tarea difícil que requiere de importantes análisis en función de cada caso.
Tapadera del envase
Otro elemento que interactúa directamente con el usuario es la tapadera del envase. Dotar al envase de un cierre recerrable y no excesivamente dificultoso de abrir o excesivamente laxo en la sujeción del envase, sigue siendo una solución difícil de encontrar. El ancho, largo, la profundidad, el ángulo y el número de las pestañas de agarre, son claves a la hora de diseñar una tapadera.
Apilamiento
El diseño debe velar porque el envase sea fácilmente apilable. Ésta es una demanda constante tanto de la distribución (apilamiento de productos en el lineal), como del consumidor (almacenaje en casa), como del transportista. Y, sin embargo, suelen ser muchos los nuevos envases con formas curvas y geometrías complejas que fallan en este aspecto.
Los profesionales de industrias alimentarias deben fijarse en que sus proveedores de envases cuidan la estabilidad de los mismos y trabajan los diseños pensando también en clave de apilamiento, velando por la comodidad en el uso de los usuarios finales del producto.
Todos aquellos que hayan estado en una planta de envasado de alimentos habrán podido observar como las líneas de envasado generalmente constan de una primera etapa en las que se desapilan los envases vacíos, para luego ser llenados y cerrados con el producto alimenticio.
Por ello, en la generación de nuevas geometrías se debe tener presente esta etapa, pues un envase que se diseñe con un exceso de superficie de contacto cuando está apilados, dificultará el desapilado, provocando atascos de máquina, desperdicio de producto y roturas, con los consecuentes problemas para los responsables de las líneas de producción.
Estabilidad
Teniendo en cuenta la automatización de las líneas de llenado, no se debe olvidar en la etapa de diseño de envases para alimentos la estabilidad del mismo. Una vez el envase ha sido llenado y cerrado, será guiado por una línea de transporte hasta llegar a la etapa de embalaje, si durante ese recorrido el envase no es capaz de mantener su estabilidad, se producirán vuelcos y con ello los problemas que acarrean, paradas de línea, etc. Hay que tener muy en cuenta en la fase de diseño la estabilidad del envase, el rozamiento de la base y la facilidad al vuelco. En el gráfico lo explicamos de forma esquemática:
Figura 2. Formas de envases que resultan desfavorable para mantener la estabilidad y facilitar el almacenamiento. Fuente: Elaboración propia – AINIA Centro Tecnológico
Detrás de cada producto hay un envase a medida. Una visión integral del diseño que dé respuestas a las demandas y necesidades de todos aquellos que van a interactuar con el envase a lo largo de toda su cadena de valor (fabricante, envasador, distribuidor, consumidor, transportista, gestor de residuos…) y a su vez aporte valor diferencial a todas las áreas de la empresa (marketing, calidad, producción, innovación, gestión financiera y costes, gestión medioambiental…) es la clave para el éxito. En AINIA tenemos amplia experiencia en el diseño de envases para alimentos. Llámenos y estaremos encantados de poder ayudarle, adaptándonos a su necesidad.
AINIA (1442 artículos)
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