Si queremos acercarnos hacia un modelo de alimentación sostenible, se han de involucrar a todos los agentes que participan en el proceso de la cadena agroalimentaria: productores, distribuidores y consumidores. Los consumidores, que cada vez están más concienciados con las consecuencias de una producción agroalimentaria a gran escala, buscan participar en alternativas que sean sostenibles a través de sus hábitos de compra y consumo. Según los últimos estudios realizados por AINIA, a 4 de cada 5 consumidores les preocupa bastante la situación medioambiental del planeta y 7 de cada 10 consumidores intenta cuidar el medio ambiente con acciones personales.
¿Están alineados los hábitos de compra y consumo de los consumidores con un modelo de alimentación sostenible? ¿Hasta que punto son importantes determinados factores de sostenibilidad en la decisión de compra? ¿La conciencia del consumidor le lleva practicar actuaciones sostenibles? Te lo contamos.
El futuro: hacia un modelo basado en la agricultura y la alimentación sostenible
La globalización, entre otros factores, ha llevado en las últimas décadas a la producción a gran escala y el consumo masivo, cuya consecuencia más directa ha sido la sobreexplotación de los recursos naturales y un fuerte impacto medioambiental, llevando al planeta hacia el límite de sus capacidades. Además, según la FAO y la OMS: “la proyección de un crecimiento poblacional de 2 billones de personas para 2050, aumentará aún más la presión medioambiental relacionada con la alimentación”.
Según el informe, “Sostenibilidad del Consumo en España”, elaborado por el Ministerio de Consumo y el JRC de la Comisión Europea: “el consumo de alimentos representa, con diferencia, el principal impulsor de los impactos ambientales generados por una persona consumidora promedio en España, alcanzando en 2018, para el índice ponderado, el 52,1% de la Huella de Consumo.”
En 2015, todos los Estados Miembros de las Naciones Unidas aprobaron 17 Objetivos como parte de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, incluyendo entre estos objetivos el garantizar modalidades de consumo y producción sostenibles (ODS 12). Según la ONU, “si bien los impactos ambientales más graves en los alimentos se producen en la fase de producción (agricultura y procesamiento de alimentos), los hogares influyen en estos impactos a través de sus hábitos y elecciones dietéticas. Esto, en consecuencia, afecta el medio ambiente a través del consumo de energía relacionada con los alimentos y la generación de residuos.” Además, “cada año, se calcula que un tercio de todos los alimentos producidos, equivalentes a 1300 millones de toneladas por valor de alrededor de 1000 millones de dólares, termina pudriéndose en los contenedores de los consumidores y minoristas, o se estropea debido a las malas prácticas del transporte y la cosecha.
Para la FAO, la alimentación sostenible es aquella que durante todo su proceso genera un impacto ambiental reducido y procura una buena salud ambiental. Como consecuencia de la creciente concienciación de los consumidores del impacto que tienen sus hábitos de consumo en la situación medioambiental, estos se han ido modificando en los últimos años hacia comportamientos más respetuosos con el medioambiente.
Nuevos hábitos de consumo para una alimentación sostenible
Desde la OCU se ha elaborado un decálogo de principios con el que los consumidores pueden seguir una alimentación sostenible y alternativa a la alimentación tradicional. Estos principios que promueve la OCU son: evitar el desperdicio alimentario, reducir la ingesta de productos de origen animal, consumir productos de origen animal de producciones extensivas, elegir productos agroecológicos, consumir productos locales, consumir productos de temporada, evitar alimentos con una alta huella de carbono, preferir productos a granel, apostar por el comercio justo y comprar menos productos procesados y priorizar los frescos.
A continuación, analizaremos el comportamiento del consumidor en algunos de estos principios con datos obtenidos en algunos de los últimos estudios con consumidores realizados en AINIA.
- Desperdicio alimentario
En el estudio anual que realiza ANIA, “Barómetro AINIA Consumer. El mercado de alimentación desde la perspectiva del consumidor”, 2 de cada 3 consumidores consideraban que se despilfarra bastante o mucha comida en los hogares españoles. Las medidas más importantes que siguen los consumidores, a menudo o siempre, para evitar el desperdicio en los hogares son, según el estudio realizado por AINIA el Dia mundial de la alimentación: se fijan en las fechas de caducidad cuando van a comprar (84%), antes de ir a la compra comprueban los productos que tienen en casa (83%), escogen el tamaño de envase adecuado según las necesidades de consumo de su hogar (83%), la comida sobrante se la comen o la aprovechan para hacer otra comida (80%) o cuando van a comprar elaboran una lista de la compra (77%).
- Reducción ingesta proteína de origen animal
Según uno de los últimos estudios elaborados por AINIA, 1 de cada 4 consumidores está reduciendo el consumo de proteína de origen animal en su dieta; y 1 de cada 3 consumidores de proteína animal considera que los próximos 2 años reducirá su consumo. La carne roja, fiambres y productos lácteos son los alimentos con proteína de origen animal que más se han reducido el consumo.
- Consumo de productos ecológicos
En el último Barómetro de consumo de AINIA, un 13% de los consumidores declaraban que incluían productos ecológicos en su cesta de la compra siempre, un 67% lo hacen a veces y un 20% no compra productos ecológicos nunca. El principal motivo por el que no se incluyen estos productos en la cesta de la compra con mayor frecuencia (67%) o por el que no se compran (20%), es porque los consumidores consideran que tienen un precio elevado. Teniendo en cuenta estos datos, hay que considerar que a 4 de cada 5 consumidores les gustaría consumir más productos ecológicos de lo que lo hace en la actualidad.
- Consumo de productos de frescos y de proximidad
En el último Barómetro de consumo realizado por AINIA, los consumidores declaran que actualmente el 50% de su cesta de la compra se compone de productos frescos. Además, un 63% de los consumidores ha cambiado sus hábitos de cocinado en los últimos 5 años hacia un estilo de alimentación más saludable, con formas de cocinado sin grasas, sin calorías vacías, además del uso y consumo de productos frescos, poco o nada procesados. Por otro lado, en uno de los últimos estudios realizados por AINIA detectamos que para los consumidores los productos de proximidad se asocian a productos sostenibles, naturales o artesanales y respetuosos con el medioambiente. La confianza, la atención cercana y personalizada que se da en estos establecimientos de compra, la calidad de sus productos y que no hay que hacer colas, son los algunos de los drivers que están impulsando a los consumidores a elegir, cada vez más, los productos de proximidad o de comercios locales. Este valor añadido del producto de proximidad hace que el precio no se perciba como una barrera. Los consumidores están dispuestos a pagar un poco más por productos que les den confianza, sean cercanos, de calidad y elaborados de manera sostenible.
Soluciones ad hoc desde una visión Consumer focus
En AINIA ofrecemos un servicio de investigación de mercados para la innovación que, haciendo uso de técnicas propias focalizadas en el análisis del comportamiento del consumidor, facilita a nuestros clientes la toma de decisiones en relación al diseño, mejora o comercialización de sus productos.
Ofrecemos una solución integral en los procesos de innovación, que representa la suma de todas las capacidades de AINIA; entre ellas, investigación de mercados, desarrollo de nuevos productos, etiquetado y legislación alimentaria, diseño de envases, análisis y ensayos, test de consumidores…
Transformamos la información en conocimiento para que, desde la Investigación de Mercados para la Innovación, y una estrategia centrada en el consumidor, ayude a nuestros clientes en la toma de decisiones.