La inminente publicación del Real Decreto de envases y residuos de envases y, la futura Ley de desperdicio alimentario, están actuando como fuerza motora para que las empresas introduzcan una evolución innovadora en sus envases convencionales hacia envases cuyo comportamiento medioambiental sea más sostenible. Ante este nuevo marco normativo se abren paso nuevas estrategias de ecodiseño, nuevos materiales y, alternativas como los recubrimientos comestibles. Te lo contamos.
Desde marzo de este año, en España contamos con la nueva Ley de residuos y suelos contaminados para una economía circular. Esta Ley presenta importantes implicaciones sobre los residuos de envase, promoviendo estrategias de ecodiseño en envases, como la reutilización y reciclabilidad entre otros aspectos. Se regulan específicamente los envases de plástico de un solo uso y se implementa un Impuesto especial sobre los envases de plástico no reutilizables (enero de 2023).
Adicional a esta Ley, se está esperando la publicación del Real Decreto de envases y residuos de envases que terminará de describir los objetivos con relación a los envases y sus residuos. Otro aspecto importante, en relación con la futura Ley de desperdicio alimentario es cómo en el envase ayuda a alargar la vida útil de los alimentos y cómo mediante un correcto ecodiseño de los envases con formatos más convenientes contribuyen a disminuir el desperdicio alimentario.
Hacia envases más sostenibles: Estrategias de Ecodiseño de envases
Ambas legislaciones (aún antes de publicarse la segunda) están actuando como fuerza motora para que las empresas introduzcan una evolución innovadora en sus envases convencionales hacia envases cuyo comportamiento medioambiental sea más sostenible. La inquietud por la sostenibilidad implica que se adopten estrategias para que los envases puestos en el mercado sean más fácilmente integrables en una Economía Circular. Muchas de estas estrategias se engloban bajo el paraguas del ecodiseño y, como posibles, se pueden mencionar:
- la utilización de menos material de envase
- el empleo de materiales procedentes de fuentes renovables o materiales que desaparezcan al poco tiempo de su desecho (compostables)
- facilitar la gestión dentro de las corrientes de residuos sólidos actuales (p. ej. separar fácilmente materiales de diferente naturaleza, como es la etiqueta celulósica de un envase plástico para lácteo)
- la educación de la población
Los nuevos materiales no están exentos de limitaciones
Ahora bien, este marco de impulso por la Economía Circular no puede descuidar que la reducción de usabilidad, porcionalidad, entre otros, junto con algunas de las principales funcionalidades de los envases, como son la conservación de los alimentos por más tiempo, ayudan en la prevención en el desperdicio de alimentos. Los nuevos materiales no están exentos de limitaciones. Las prestaciones de los nuevos materiales pueden resultar exiguas desde el punto de vista de los requisitos para la conservación de los alimentos. Así:
- La utilización de estructuras de materiales más simples (sustitución de materiales multicapa por monomateriales)
- La utilización de menos material de envase (disminución de espesores de materiales o eliminación de alguna capa)
- La eliminación de algún material concreto (sustitución de capas plásticas por recubrimientos en envases celulósicos), pueden ir en detrimento de la protección frente a los agentes responsables del deterioro del alimento, envase al aplicar las tecnologías de conservación (tratamientos térmicos) que requiera.
Todos estos eventos pueden conllevar una disminución de:
- la barrera a los gases que afecta a los alimentos sensibles al oxígeno y a los envasados en atmósfera protectora
- la resistencia al sellado
- la resistencia térmica de los envases que no pueden ser sometidos a los tratamientos térmicos convencionales.
Puntos a tener en cuenta en la sustitución de un material convencional por uno más sostenible
Por todo ello, ante la sustitución de un material convencional por un material que responda a las premisas de materiales más sostenibles e integrables en una Economía Circular, es preciso abordar numerosos frentes como son:
- La reformulación de los nuevos materiales para mejorar sus limitaciones y reunir los requisitos solicitados (fiabilidad del sellado y/o resistencia térmica)
- Aplicación de nuevas protecciones al alimento (p. ej. recubrimientos comestibles)
- estudio evolutivo
- validación del alimento en las nuevas condiciones de elaboración y envasado.
Recubrimientos comestibles como alternativa al cambio de materiales de envasado
Los recubrimientos comestibles se definen como una capa delgada de material, susceptible de ser ingerida por el consumidor, y que representa una barrera a la transferencia de la humedad, gases como el oxígeno y solutos, entre el alimento y su entorno. Su aplicación a productos vegetales frescos les puede aportar:
- Mejora la retención del color (porque previenen reacciones de oxidación y pardeamiento)
- Mejora la retención de componentes (activos o no) y de sabor,
- Contribuye al mantenimiento de la calidad durante el almacenamiento (p.ej. reducir el desarrollo microbiano y mantener la textura y firmeza) y transporte,
- Reduce las pérdidas de peso, y mejora la apariencia y la comodidad (convenience) de utilización por parte del consumidor
- Aporta refuerzo estructural físico, para evitar daños mecánicos como roturas o deformaciones, o prevenir la pegajosidad entre piezas para mejorar el aspecto y la experiencia de consumo.
Con lo expuesto hasta aquí es fácil comprender que muchas veces las funcionalidades de los recubrimientos comestibles son compartidas con los materiales de envase. De ahí, que una estrategia en Tecnología de Alimentos es utilizar un recubrimiento comestible que complemente las prestaciones de los nuevos materiales en sus limitaciones: peores propiedades mecánicas y peores propiedades barrera a los gases y al vapor de agua.
Desde un punto de vista de familia bioquímica, los recubrimientos comestibles se pueden agrupar en polisacáridos, proteínas, lípidos y composites cuando combinan varios de los precedentes.
- Los recubrimientos basados en polisacáridos y proteínas se caracterizan por aportar una barrera relevante al oxígeno.
- Y, los recubrimientos comestibles lípidos son productos hidrofóbicos y no poliméricos, con buena barrera a la humedad; por eso reducen la deshidratación del sustrato y es la principal funcionalidad buscada con su utilización.
Alternativa al cambio de materiales de envasado para productos hortofrutícolas
En línea con lo anteriormente comentado, una posible alternativa al cambio de materiales de envasado plásticos tanto para alimentos mínimamente procesados como para productos hortofrutícolas enteros que necesitan una protección durante su comercialización como evitar deshidrataciones y mantener más tiempo su vida útil en buenas condiciones es el empleo de recubrimientos comestibles.
Por otra parte, en previsión a posibles pérdidas de prestaciones de los envases plásticos actuales al ser sustituidos por nuevos materiales, los recubrimientos comestibles podrían suponer un complemento en la protección de los alimentos, frente al oxígeno, frente al ataque de microorganismos, entre otros.
En AINIA, gracias a los fondos PROMECE del Instituto Valenciano de Competitividad Empresarial (IVACE), trabajamos coordinadamente en estudios de la evolución de productos hortofrutícolas con diferentes recubrimientos para evaluar su eficacia en la reducción de pérdidas de peso por deshidratación así como su efecto en la inhibición del desarrollo de podredumbres. Contamos con un equipo profesional con experiencia en recubrimientos comestibles, materiales alternativos, ajuste de tratamientos para productos mínimamente procesados, buscando siempre el óptimo de vida útil del producto desde el conocimiento del producto.
