Proteínas sostenibles para un planeta en crecimiento
El crecimiento de la población mundial proyectado para 2050 traerá consigo una mayor demanda de alimentos, y en particular, un aumento considerable en la necesidad de proteínas. Ante esta realidad, es fundamental explorar procesos más sostenibles y fuentes de alimentos innovadoras que puedan asegurar una economía global más competitiva y responsable con el medio ambiente.
En AINIA, desde el proyecto AIRPROT financiado mediante convenio regulador de subvención de la Generalitat Valenciana, a través de la Conselleria de Innovación, Industria, Comercio y Turismo, mediante ayudas a los institutos tecnológicos de la Comunitat Valenciana para proyectos de innovación en colaboración con empresas en el marco de su Estrategia de Especialización Inteligente durante el 2024, trabajamos en el desarrollo de ingredientes proteicos a partir de insectos, fuentes vegetales y subproductos de la industria mediante técnicas avanzadas de clasificación por aire y funcionalización.
Materias primas locales: sostenibilidad y valor añadido
En AIRPROT, nos enfocamos en materias primas locales como el altramuz, una leguminosa de alta sostenibilidad que se cultiva en suelos pobres y climas moderados, siendo la Comunitat Valenciana una región clave en su producción. Este cultivo, además de ser una rica fuente de proteínas vegetales con un perfil de aminoácidos completo, ofrece beneficios tecnológicos y saludables: mejora el colesterol, reduce triglicéridos y tiene propiedades antioxidantes.
Otra fuente de estudio es la algarroba, una leguminosa mediterránea que demanda poca agua y presenta una baja huella de carbono. Trabajamos también con otras leguminosas (garbanzos, habas, lentejas) y cereales como el arroz, y exploramos el uso de subproductos de la industria local para fomentar la circularidad en la cadena de suministro. Además, consideramos el potencial de fuentes animales alternativas como los insectos, que mediante procesos de acondicionamiento pueden transformarse en ingredientes funcionales, promoviendo la sostenibilidad en la producción.
Tecnología de clasificación por aire: eficiencia y respeto al medio ambiente
La industria alimentaria muestra un interés creciente en ingredientes proteicos de calidad obtenidos de fuentes alternativas accesibles y sostenibles. Sin embargo, las técnicas convencionales de extracción de proteínas implican un alto consumo de agua, productos químicos y energía, generando problemas medioambientales y aumentando los costos de procesamiento y gestión de residuos.
La clasificación por aire, en cambio, permite el fraccionamiento en seco de proteínas y otros compuestos, utilizando únicamente aire, lo que minimiza el impacto ambiental y preserva la funcionalidad nativa de las proteínas. Esta tecnología permite separar las proteínas de los almidones y fibras según el tamaño y densidad de sus partículas, y garantiza que sus propiedades funcionales se mantengan intactas, beneficiando así su aplicación en múltiples productos alimentarios.
Funcionalización de ingredientes: adaptando las proteínas a la industria
La utilización de proteínas vegetales en la industria enfrenta desafíos específicos como la baja digestibilidad, sabores no deseados (off-flavours), sensibilidad a las condiciones ambientales y propiedades limitadas de solubilidad, emulsificación y retención de agua.
En AINIA, estamos investigando técnicas de funcionalización (físicas, químicas y biológicas) para modificar la estructura de las proteínas y mejorar sus propiedades tecnológicas. Con esto, buscamos desarrollar ingredientes funcionales que puedan adaptarse a las diversas aplicaciones de la industria alimentaria, optimizando su rendimiento y aportando valor a los productos finales.
El proyecto AIRPROT representa una vía prometedora hacia soluciones alimentarias sostenibles y de alta calidad. Apostamos por ingredientes proteicos versátiles, naturales y eficaces que contribuyan a una industria alimentaria más resiliente, respetuosa con el entorno y preparada para las necesidades del futuro.