Inma Gonzalvo. – El debate está sobre la mesa. Las previsiones apuntan que en 2050 la población mundial alcanzará los 9 mil millones en 2050, y se espera que la demanda de la carne aumente en la misma dirección. Teniendo en cuenta estos datos, los investigadores auguran que no será posible alimentar a toda la población a través de la producción de carne tradicional y ya están en la búsqueda de nuevas fuentes alternativas de proteínas, ¿quieres conocerlas?
La creciente demanda de productos cárnicos y otras fuentes de alimentos ricos en proteínas es cada vez mayor. En este sentido la necesidad de encontrar nuevas fuentes alternativas y fiables de proteínas va a ser clave. Ante este nuevo panorama, ¿qué opciones se están planteando para la industria alimentaria?
Ya existe una amplia gama de fuentes vegetales de proteínas como las semillas de chía, las de cáñamo o la quinoa, presentes en el mercado. Concretamente, la semilla de chía fue aprobada como nuevo ingrediente por la Comisión en enero de 2013, en este artículo contamos por qué hay tanto interés por las semillas de Chía.
Algas, insectos… y otras fuentes alternativas de proteínas
Pero a medida que crece la demanda, científicos y empresarios están investigando y desarrollando alternativas de proteínas más saludables y económicas, para conseguir un suministro de alimentos más sostenible. Entre las alternativas que empiezan a presentarse destacamos las siguientes:
- Algas: Las algas contienen altas cantidades de proteínas, por ello, pueden ser una nueva fuente interesante de proteínas para aplicaciones alimentarias. Por ejemplo, la Chrorella, contiene aproximadamente un 60% de proteínas. En este artículo sobre le potencial de las microalgas os contamos más: Alimentos verdes: El potencial de las microalgas Spirulina y Chorella en alimentación
- Insectos: Los insectos ofrecen un valor nutricional similar a la carne en términos de calorías y contenidos de proteínas, pero son mucho más bajos en cuanto a precio y generalmente, contienen menos grasa. Ya hay empresas que están comercializando productos incorporando como base la harina de grillo. Las magdalenas de plátano de la empresa californiana Chirp o las barritas energéticas de la empresa exo de Nueva York son un ejemplo.
Además de las algas y los insectos, están empezando a aparecer sustitutos vegetales del huevo. A partir de una base vegetal se crea un ingrediente alternativo a los huevos para utilizar en productos horneados como por ejemplo en galletas con chocolate. Un ejemplo de este tipo de productos es Just Mayo, desarrollado por la empresa Hampton Creek Foods.
De todo ello hablaron un panel de expertos centrados en el desarrollo de proteínas alternativas en un evento organizado este verano por xeconomy. Aquí puedes verlo.
En la Unión Europea todavía queda un camino por recorrer en este ámbito pero las líneas ya las ha trazado la Comisión.
Si le interesa desarrollar nuevos productos tomando como base ingredientes procedentes de fuentes alternativas de proteínas póngase en contacto con nosotros.
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