Riesgos emergentes: 7 puntos que conviene conocer

Existen nuevos métodos para anticiparse a las crisis alimentarias. Hay profesionales especializados en plantear escenarios de previsión en seguridad alimentaria empleando metodologías contrastadas. El interés por los riesgos emergentes es cada día mayor en los líderes de la alimentación. En este post enumeramos los 7 puntos clave que conviene conocer.

Los riesgos emergentes de seguridad alimentaria, identificados de manera sistemática por la EFSA, ya sean de origen químico, microorganismos patógenos o contaminantes en materiales en contacto con alimentos, como el Bisfenol A, ftalatos, AAPs o  MOSH, junto con las amenazas relacionadas con fraudes, bioterrorismo, o la presencia de edulcorantes en agua potable, están condicionados por factores relacionados con el cambio climático, la crisis económica, los cambios en los hábitos de consumo, la evolución de la migración y las nuevas tecnologías, entre otros.

La prevención e identificación temprana de riesgos emergentes en la cadena alimentaria se ha convertido en uno de los principales retos a la hora de evitar impactos sociales, económicos y ambientales a los que pueden dar lugar las crisis o incidentes de la industria alimentaria en el escenario global, por tanto es preciso trabajar con planteamientos anticipatorios.

Estos son los 7 puntos clave extraídos de las conclusiones de la jornada sobre riesgos emergentes que celebramos en el primer semestre de 2014, en la que expertos como Ana Canals, Asesora de la AECOSAN, José Badiola, Presidente del Consejo General de Colegios de Veterinarios de España y representante de España en la Red EREN (Emerging Risks Exchange Network) de EFSA, y yo mismo, junto a otros especialistas de AINIA y profesionales de casi un centenar de empresas, estuvimos debatiendo sobre aquello que más conviene tener en cuenta cuando hablamos de riesgos emergentes. Aquí puedes ver un vídeo-resumen con algunas de las intervenciones más destacadas:

7 puntos que conviene conocer cuando hablamos de riesgos emergentes

1). Importancia de las fuentes de información

Las fuentes de información tienen utilidad potencial para identificar los riesgos emergentes en el sector alimentario. En la sociedad de información, la digitalización y las nuevas herramientas de vigilancia e inteligencia competitiva nos permiten filtrar e identificar una gran cantidad de información potencialmente útil para la evaluación de riesgos emergentes. Seleccionar bien estas fuentes y estar continuamente actualizándolas es clave.

Entre las fuentes, hay que destacar fuentes de distintos orígenes, tales como medios de comunicación especializados, publicaciones científicas, organismos públicos y autoridades competentes en materia de Seguridad Alimentaria entre otros.

2). El papel de las nuevas tecnologías (TICs)

La ingente cantidad de datos que hay que analizar y fuentes que seguir, en un flujo permanente y constante, no sería posible sin el uso de tecnologías de la información.

Algunos ejemplos de apoyo desde las TICS a la identificación temprana de riesgos emergentes lo constituyen sistemas como “FoodAlert” o “FoodRiskScan”, a través de los que se pueden canalizar y gestionar por parte del sector alimentario todos los inputs e informaciones relevantes a la hora de diseñar estos sistemas de carácter anticipatorio. Por este motivo, en AINIA centro tecnológico se ha desarrollado procesos tecnológicos como “FoodAlert”, una herramienta que monitoriza las bases de datos oficiales de alertas alimentarias, facilitando así el acceso, de forma automática e instantánea, a información relativa a posibles riesgos alimentarios.

3). Nuevos métodos para anticiparse a las crisis alimentarias

Se pueden plantear escenarios de previsión empleando la metodología del Horizon Scanning in Food Safety. Implica la monitorización de señales que pueden indicar nuevas amenazas y oportunidades potenciales. Requiere un seguimiento sistemático de fuentes de información y de un flujo constante de información para facilitar la elaboración de escenarios que permitirán minimizar potenciales riesgos.

En cuanto a la elaboración de escenarios, se trata de hacer prospectiva. La prospectiva (foresight) es una disciplina que integra un conjunto de metodologías orientadas a prever futuros escenarios de riesgo y determinar su probabilidad e impacto económico, social y ambiental.

4). El marco legislativo, nunca hay que perderlo de vista

Parece una obviedad, pero de tan básico no siempre se le da la importancia que merece. Y no solo el marco legislativo actual, sino las actuaciones continuadas de los Órganos reguladores para anticipar posibles reglamentos o normas futuras, condicionantes de escenarios regulatorios nuevos que pueden tener más o menos incidencia en la previsión de futuros riesgos o potenciales crisis alimentarias.

Un ejemplo en esta materia sería la prohibición en 2011 del uso de Bisfenol A en la fabricación de biberones y vajilla destinada a bebes y lactantes, puesto que se asocia con el riesgo de que interactúa con el sistema hormonal (disruptor endocrino) y puede afectar a la fertilidad y a la reproducción.

La situación alrededor del Bisfenol A es un buen ejemplo de un riesgo emergente en tanto que desde hace años se discute su situación no sólo en el sector alimentario, buena muestra de ello es la reciente legislación para límites de Bisfenol A en juguetes publicada el 24 de junio de 2014, por tanto debemos estar muy atentos a la evolución regulatoria sobre este material.

5). La percepción social del riesgo y su aumento constante

Desde hace décadas se ha evolucionado sensiblemente en la percepción del riesgo por parte de la sociedad en cuanto a los riesgos asociados al consumo de alimentos.

Sobre este aspecto incide especialmente un gran conocedor de la temática, Juan José Badiola, Presidente del Consejo General de Colegios de Veterinarios de España y representante de España en la Red EREN (Emerging Risks Exchange Network) de EFSA. A la hora de identificar nuevos riesgos evaluar bien en los escenarios la percepción social de los mismos es fundamental. Para Juan José Badiola, la “novedad, validez, inminencia, escala y severidad” son los elementos clave para identificar los riesgos emergentes.

6). El papel de los Organismos de control

El marco legislativo para los riesgos emergentes en la UE emana de lo establecido en el Reglamento 178/2002 sobre seguridad alimentaria, en esta regulación se considera vital que la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) se encargue de la identificación de los riesgos emergentes.

El papel de la EFSA en Europa es vital, como el de la FDA en EE.UU. En el caso europeo, además, la coordinación entre los diferentes Estados miembros es clave. Ana Canals, Vocal Asesora de la AECOSAN, considera incluso que hay que apostar, para identificar riesgos emergentes latentes, por más coordinación entre los sistemas RASFF (alimentación) y EWRS (Salud Pública) de Europa.

7). Contar con expertos en la materia, necesario

La identificación prematura de riesgos emergentes o latentes no es baladí y no la puede realizar cualquiera. Es necesario contar con expertos. En Europa hay un incipiente grupo de especialistas en la materia. Tenemos la suerte de formar parte del mismo y de participar activamente en todas aquellas iniciativas orientadas a potenciar la formación especializada y el uso de estas metodologías contrastadas en las empresas agroalimentarias.

En AINIA en el año 2010 comenzamos a trabajar en la identificación de riesgos emergentes. Hoy podemos decir que estamos ayudando a las empresas a prever posibles crisis y anticiparse con prevención, consiguiendo diferenciarse de su competencia y manteniendo a salvo la seguridad alimentaria de sus productos, principal carta de presentación con sus consumidores cliente.

Estas son las siete conclusiones que yo saqué de una jornada en la que tuve la suerte de compartir mesa con grandes profesionales. Si consideras que hay algún punto más o si te puedo ayudar, me puedes contactar [email protected]