Alrededor de 931 millones de toneladas de alimentos, un 17% del total de alimentos disponibles para los consumidores en 2019, acabaron en los basureros de hogares, minoristas, restaurantes y otros servicios alimentarios, según el informe sobre el Índice de desperdicio de alimentos 2021, publicado por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) y la organización WRAP. Un desperdicio que tiene importantes efectos ambientales y un fuerte impacto en el cambio climático. A la vista de estas cifras y con el ánimo de reducirlas, surgen iniciativas en todos los eslabones de la cadena de valor. La inspección de envases es una de nuestras contribuciones a la reducción del desperdicio.
La meta 12.3 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible busca reducir a la mitad el desperdicio mundial de alimentos per cápita. Entre otras estrategias, se busca su reducción a lo largo de las cadenas de producción y suministro.
Según datos de la FAO (Food and Agriculture Organization) en Europa un 12% de los alimentos se pierde o se desperdicia en la etapa de manipulación y almacenamiento previa a la transformación, un 5% en la etapa de procesamiento y un 9% en la etapa de distribución y comercialización, según el Informe del Desperdicio Alimentario en la Industria y la Distribución en España, de 2018, del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. El 22 % del desperdicio alimentario se produciría por mermas en la producción.
Una de las prácticas mayormente empleadas en la lucha contra el desperdicio es, precisamente, el control exhaustivo de los procesos y maquinaria para la eliminación de ineficiencias durante el proceso.
La industria agroalimentaria utiliza los envases termosellados por su capacidad para envasar y calentar todo tipo de alimentos o comidas preparadas. Sin embargo, pese a la gran calidad alcanzada en estos procesos de envasado, pueden aparecer defectos ocasionados por presencia de restos de producto, temperaturas de termosellado incorrectas o pliegues en el film del envase, produciendo pérdidas derivadas del descarte de producto y devolución de lotes.
Actualmente las empresas afrontan este problema mediante procesos de calidad a través de inspecciones manuales y ensayos de estanqueidad en una pequeña muestra de la producción, lo que no garantiza el 100% de la inspección y requiere un tiempo excesivamente alto de análisis.
Nuevas soluciones industriales para la inspección de envases termosellados
Ante esta necesidad dual de garantizar la seguridad del consumidor y de reducir el desperdicio alimentario durante el procesado, en AINIA hemos desarrollado un equipo industrial capaz de inspeccionar la totalidad de los envases de la línea de producción en tiempo real. Con esta solución tecnológica basada en termografía, se consigue garantizar la calidad y la seguridad alimentaria de los envases termosellados.
Esta solución, desarrollada en el marco del proyecto TERMOSCAN, permite determinar la calidad del termosellado del envase, detectando los diferentes tipos de errores:
- Presencia indebida de restos de producto en la soldadura.
- Temperaturas incorrectas en el proceso de termosellado.
- Defectos por pliegues en el film del envase.
- Defectos en la mordaza de soldadura.
El equipo dispone de un potente sistema de inspección que integra avanzados algoritmos de análisis y técnicas de visión termográfica, lo que le permite adaptarse in-situ a las necesidades del producto y proceso. Además, implanta una lógica de Inteligencia Artificial que le permite aprender a lo largo del tiempo, sobre la propia inspección de envases que va realizando; lo que mejorará de forma creciente los rendimientos.
Desde la perspectiva de implantación en industria, se caracteriza por tener una implantación ágil, sencilla y rápida en la propia línea de producción. No requiere de cambios significativos en los procesos productivos habituales, dada su modularidad y versatilidad para adaptarse a los diferentes entornos industriales.
El prototipo ya ha sido probado en condiciones reales en diferentes tipologías de envases en empresas de producción y comercialización de productos cárnicos frescos con excelentes resultados.
La industria agroalimentaria española es consciente del impacto económico, medioambiental y social que representa el desperdicio de alimentos. Según el Informe del Desperdicio Alimentario en la Industria y la Distribución en España, del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación:
- El 70,83 % de las empresas declara disponer de una estrategia definida o una política interna destinada a luchar contra este hecho.
- El 61,11 % promueve prácticas destinadas a la prevención y a la identificación del origen del desperdicio de alimentos,
- El 51,39% promueve acciones concretas con sus proveedores para reducir el desperdicio,
La implantación de soluciones tecnológicas como la de inspección de envases termosellados, contribuirá a disminuir significativamente las incidencias y devoluciones, aumentando la productividad de las empresas envasadoras, ayudando además a la reducción del desperdicio de alimentos en el proceso de producción y distribución de productos alimenticios.
Esta es una de las diversas soluciones que hemos desarrollado para apoyar a la industria alimentaria a reducir las pérdidas y desperdicio alimentario en los eslabones de producción y comercialización.
El proyecto TERMOSCAN ha contado con el respaldo de la Agencia Valenciana de la Innovación (AVI)