ainia colabora en la definición de la carrera profesional de los tecnólogos de alimentos en Europa

Programa/Entidad: Séptimo Programa Marco. Comisión Europea. KBBE

Resumen: La industria de alimentación y bebidas es la más importante en Europa en términos de facturación y creación de empleo. Sin embargo la productividad laboral de este sector en Europa es considerablemente más baja que en el resto de sectores industriales. Como resultado de la alta proporción de empleados temporales y del bajo porcentaje de personal cualificado, el coste por empleado  de este sector está por debajo de los valores que se registran para otros sectores.

Además, la industria de alimentación y bebidas es una industria muy fragmentada. Las PYMES y las microempresas constituyen el 99,1 por ciento del negocio del sector; estas compañías generan el 48,1 por ciento de la facturación total, empleando un 61,6 por ciento de la mano de obra de este sector. Por otro lado, las multinacionales son sólo un 0,9 por ciento del total de empresas de alimentación y bebidas en Europa, pero generan un 51,6 por ciento de la facturación, un 53,5 por ciento del valor añadido y contribuyen con una creación de empleo del 38,4 por ciento.

La industria alimentaria europea se sitúa en la parte más baja del rango de innovación, que se basa en la medida de 12 indicadores; de éstos, aquellos indicadores donde la industria alimentaria refleja una actuación relativamente buena, corresponden a la participación de empresas que reciben ayudas públicas para la innovación, a la fracción de empresas que innovan a nivel interno y a empresas que usan marcas para proteger su innovación.

La Unión Europea es una red exportadora de alimentos y bebidas que en 2006 reflejó una balanza comercial positiva de 3,7 billones de euros, un 12 por ciento más que el año anterior. Sin embargo, las importaciones por parte países emergentes han aumentado claramente en los últimos 6 años. Respecto a las exportaciones la actuación de la Unión Europea es algo dispersa. Además a lo largo de los últimos años, las ventas de estas industrias han crecido alrededor de un 3 por ciento anual, mientras que otros mercados de productos alimentarios experimentan una considerable expansión.

Éste es concretamente el caso de Asia, en el que industria China de alimentación y producción alcanzó un índice de crecimiento doble que el europeo. Como resultado de esto, la participación europea en el mercado global de alimentos y bebidas ha disminuido de un 25 por ciento a un 21 por ciento en la última década.

Las inversiones en I+D a nivel mundial están concentradas en los fármacos, la biotecnología, la tecnología hardware y la industria automovilística. En una calificación global de todos los sectores industriales, el sector de la alimentación se sitúa en el puesto 14, con tan solo un 1 por ciento del total de las inversiones en I+D (frente al  54 por ciento del total que se concentra en los cuatro sectores anteriores).

A través de la I+D pueden llegar a desarrollarse productos más innovadores, más sanos, más nutritivos y con mayor certificación de calidad en el sector de la alimentación y la bebida.

Esta situación se convirtió en una razón de peso para la formación de un consorcio que posteriormente dio lugar a la European Technology Platform (ETP) “Food for Life”, que busca estimular e implantar el desarrollo y la innovación en la cadena agroalimentaria.

Los miembros de este consorcio creen fervientemente que la reforma y el liderazgo de la industria europea de alimentación y bebidas en la economía global, sólo podrá alcanzarse promoviendo un alto grado de innovación y competitividad en el sector. Y esto sólo podrá conseguirse con un cambio radical en la mano de obra del sector (que debe mantenerse actualizada siempre con los últimos avances industriales) y en sus empleados, (que deberán elegir a los candidatos más cualificados para cada función).

La formación y los requisitos profesionales necesarios que se han identificado en este proyecto incluyen tanto aspectos técnicos (de seguridad alimentaria, diseño de procesos o desarrollo de nuevos productos), como competencias más generales (capacidad de comunicación, de interrelación, de coordinación, valores éticos, y conciencia de las necesidades de todas las figuras implicadas en la cadena alimentaria.

Este proyecto propone por tanto un marco de acreditación para el reconocimiento del cualificado FST dentro de Europa y la creación de una comunidad virtual de profesionales de la tecnología y la ciencia de los alimentos; entre otros beneficios, esto proporcionará a los profesionales que trabajan en pequeñas y medianas empresas una red social y profesional efectiva y un recurso para obtener información.

Dentro del proyecto se desarrolla también un estudio para demostrar la evidencia del reconocimiento social, el salario y el grado de atractivo de la profesión. Estos son aspectos relevantes que afectan en el proceso de regulación de los empleados, y en la motivación de los jóvenes a la hora de emprender carreras profesionales  en el campo de la ciencia y la tecnología de los alimentos.

Se prepara también una propuesta de borrador para revisar la regulación de las condiciones de los profesionales de este sector en Europa, y se presentará ante la Comisión Europea.

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Para más información sobre este proyecto, puede consultar y descargarse tríptico resumen del mismo en Scrib, pinchando aquí.